lunes, 4 de diciembre de 2017

el niñato-pijo-mierda

de Puigdemont, se permite el lujo de seguir insultando al gobierno central, y, a los españoles en general, con total impunidad. Señores, no entiendo qué carajo pintamos nosotros en una Europa que se salta la Ley o no la acata. Tanto monta, monta tanto, de nuestros reyes Católicos. O, la España del Quijote, de nuestro Miguel de Cervantes. Y de este quijotesco personaje sobresalen algunos políticos entre ellos: Puigdemot. Hombre sabio, y legendario personaje de ficción, que hace honor a una osada y audaz historia de luchas y fugas allende los valles y montañas hasta donde la bella Dulcinea belga, trajina la olla. Un guisado que no termina de cocer porque con la justicia belga hemos topado.
Y si aquellos son como son, los nuestros van a la zaga.
No hay forma de comprender cómo, disponiendo de un presidente de gobierno más votado en la historia de España y un Príncipe, llegado a Rey, no sirvan para presionar y hacerse valer en la Comunidad Europea; a la que estamos enganchados por una política de voluntades de partidos y reinados.
Entendería estos dislates si en España no tuviéramos una Constitución que aglutinara todos los derechos y obligaciones de los españoles. Por ello no entiendo que individuos puedan saltarse las Normas a la torera y el resto no. Si realmente las Normas están para saltárselas, pues saltémonoslas todos y que salga el sol por Antequera.
El president Carles Puigdemont durante una entrevista con el diario belga 'De Standaard'.¿Qué tiene este individuo que otro español no tenga? ¿Es posible que sea la sangre la causante de este trastorno en la vida de una comunidad española? ¿Son, acaso, los catalanes descendientes directos, consanguíneos, de la comunidad vasca? ¿Son, acaso, los catalanes y vascos los Arios: altos, rubios, ojos azules, inmortales, (disfrazados), que tanto agradaba a Hitler? ¿Son, acaso, los portadores de la Luz, disfrazados de ex presidentes o etarras?
Chicos, no lo sé...
Hay algo en ellos que nos llega a calar profundamente en nuestras entrañas humanas. Tienen un no sé qué, que te obnubila la mente y el espíritu y desearías no haberles conocido. Te dejan hundido y humillado, como el submarino argentino. Que desconociendo su final... deseo estén salvos y sanos. Lo contrario a este individuo de la imagen que le deseo una larga y reflexiva estancia en la cárcel. Y, por favor, que no le de tiempo o dejen escribir sus memorias. ¡Bastante afectados estamos ya!
reflexión
¿Es posible que un Presidente de la Generalidad o  Alcalde, tenga la capacidad craneal para llevar a cabo los entuertos por este individuo producidos, sin que alguien le dicte cómo hacerlo?
quiero decir
no me encaja que él solo haya tomado todas estas decisiones. Demasiada inteligencia para un político.

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