lleva sello de Sánchez. Éste quiere, también, una revolución socialcomunista al más puro estilo comunismo internacional. En España, por la pérdida de la guerra civil, están permitiendo determinados posicionamientos contra la legalidad judicial y sometiendo a la judicatura a un nivel de servilismo político y dictados contra la democracia.
Es tan evidente la sentencia de Sánchez contra el poder judicial que está haciendo de la judicatura su estandarte de amnistías y reajustes en condenas. Lo descabellado es que algunos jueces: adjuntos al poder político del momento, se dejen arrastrar por la política y no... por la legalidad vigente. Que Chaves y Griñán hayan sido absueltos por sus rapiñadas de los ERE en Andalucía... nos posiciona en lo que están los políticos y sus política. Y, aquí, es donde se igualan Sánchez y Maduro: En las grandes rapiñadas, y en el padecimiento de las clases sociales bajas a las que las tienen sometidas a la mendicidad y sin salida alguna. El Poder emana del pueblo y para el pueblo, y ésto se les olvida nada más alcanzar la poltrona.
Y, me pregunto, si Maduro mandó a Delcy a traer cuarenta malesta con el oro y riquezas que atesoraba mientras el pueblo emigraba... ¿Qué no estará haciendo Sánchez con tanto viaje, en Falcon, sin que nadie pueda ver lo que desembarca por valija diplomática? ¿Habrá otros Koldos y Ábalos, en destino, para que Sánchez pase sin que le puedan escanear los millones (de los que nos da Europa) para introducirlos, en paraísos fiscales, a nombre de terceros?
Y después de ver en lo que se entretienen estos ladrones de guante blanco..., encima, Maduro, se permite insultar a los venezolanos metiéndoles miedo si no le votan. Cuando, realmente, lo que deberían los venezolanos es echarle de Venezuela. Que alguien lo encuentre en una higuera colgado de los cordones de sus zapatos. O, como badajo, pendiendo de un puente. Qué falta de respeto hacia el pueblo venezolano. ¡Si no me votáis os someto a una guerra civil! Deberían denunciarle ante El Tribunal Internacional de La Haya, por querer quebrar la libertad de voto de los ciudadanos venezolanos. Es claro que ante la visión de una guerra civil, los ciudadanos le vuelvan a votar. Es evidente que los partidos políticos del resto de países andan licenciando en la misma universidad.
Maduro nos muestra el lado más inmaduro de la personalidad política existente.
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