le pasa lo mismo que al pueblo venezolano: mucho bla bla bla contra Maduro pero ahí lo tienen; no se va ni con agua caliente. Sánchez tiene el mismo síndrome del inmaduro Maduro que piensa y cree que los españoles estamos para reirle las gracias (que no tiene ninguna), y ponerle alfombra roja a su esposa contra todo pronóstico de ratera de alcantarilla. Pero aquí lo tenemos y hay Dios que le pueda echar del trabajo que se ha buscado a base de mentiras y malos rollos. ¿Qué hay que hacer para deportar a Sánchez antes de que nos arruine y pasemos a ser los moros del norte de África?
Estamos llegando a un momento de la historia, de cuyos renglones, mucha gente llorará lágrimas de sangre.
Es increíble la denostada vileza con la que nos trata la casta política. Y no hay ni un solo habitante del planeta que pueda...
Nos están acostumbrando a insultarnos y que sigamos poniendo la otra mejilla. Lo de la otra mejilla está muy bien para estar impresa en ese libro llamado Biblia... pero nos hemos dado cuenta de que cuando se pone la otra mejilla te colorean las dos y te defenestran con orgullo. Te vejan con notable poderío.
¿Realmente es este el único sistema de plasmar la convivencia entre los seres humanos? ¿Y si hay otras muchas formas no estamos perdiendo el tiempo y el esfuerzo?
Mirad,
si la presidencia de gobierno está hasta las cejas de mierda, ¿cómo podemos pensar que el pueblo sea dechado de virtudes?
Por este motivo, Desokupa, hace un llamamiento a todo aquel que esté dispuesto a ganarse una buena pasta... acuda en busca de la rata de Maduro. No os olvidéis de Pedrito.
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