viernes, 15 de diciembre de 2023

qué envidiosa es la gente

 El libro de Pedro Sánchez aparece dado la vuelta 

bien es verdad que el libro, sobre él, no lo ha escrito él, pero al menos tiene en propiedad a un "negro", que le hace el trabajo. Cosa que no les pasa a la mayoría de la gente que escribe libros. Muchos de estos deben pensar en la suerte que tiene Sánchez de poder ser libre de escribir, teniendo quien lo haga en su lugar. Pero lo más cruel y despreciable, es, que en las estanterías aparezca el libro como si de "el Diablo" se tratara. Señores, se trata del presidente de gobirno español. ¡Qué falta de respeto al señor presidente! Él que tanto hace por la corona, por los separatistas, por los etarras, por dar por el culo a los españoles quedando mal con Israel, Europa, Marruecos, Argentina, los saharauis... por favor, es que nadie lo entiende. Y, encima, el pepero alemán, le da un repaso antológico, delante de todo el Hemiciclo parlamentario, de donde cosechó los mejores pitos, insultos de toda clase y, aún así, salió con las patas por delante como si le hubieran sacado del foso, en arrastre, el tiro de mulas. 
A mí me perdonaréis pero es mi presidente. 
Y debemos, con todo eso que hemos dicho de él, reconocer, al menos, que no es facha. Como todos esos que le han despreciado, abucheado, troceado el ego. Lo sentiremos al tiempo. Cuando pasen varios cientos de años y comprendamos, ya tarde, que nos hemos perdido un best seller de coleccionista. Y nos arrepentiremos con el hecho de no haberlo comprado, junto con el de Al Gore y su Cambio Climático.
Por favor
que desperdicio de material. Haber tenido que talar árboles para crear semejante doctrina socialcomunista. Pero, al menos, no es facha. 
El éxito que va a tener el libraco va a ser a través de los sindicatos UGT y CCOO, de los ministros, diputados, ex carcelados delincuentes del partido, de los otros partidos de la amnistía. De la compra masiva para llenar las estanterias de medio planeta y de Alemania, en particular. 
¡Chè, un triunfo total!
Si la envidia fuera tiña, ¡cuántos tiñosos habría!

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