Habrás comprobado después de estas, tus palabras navideñas, que no cuelan en las casas, ni por las ventanas ni por las chimeneas. Te estás quedando solo, solo, solo. Hasta tu esposa intenta dejarte en ridículo con su cuñado y con Sánchez. Y, tú, siendo un hombre de Estado frente a tus súbditos, te has quedado como tímpano polar. Y, todo, por no sacar un poco de carácter que, por cierto, tampoco tienes.
España no es un país al que todos, en general, tengáis que jodernos la marrana y la vida en general. Si tenemos un presidente de gobierno es para que nos lleve las cuentas de la comunidad de España con talante de servicial empleado y no, como el chorizo más aventajado de la cárcel donde se alquilan este tipo de agentes de lo ajeno.
Y, si tenemos un Jefe del Estado, es para que mantenga la casta de chorizos en constante objetivo militar o del tamaño que haga falta. Si en Cataluña hace falta mandar a los militares a que den un golpe al estado catalán por analfabetos, sinvergüenzas y malparidos... pues se dá. Y, punto. Con un par. Y no dejarse ningunear que si es malo, bueno o regular. No se puede tener a un Puigdemont con más carácter que la propia Casa Real. Porque si seguimos de esta guisa y formularios... se van a venir los meapilas catalanes a mear a la misma puerta de Zarzuela con lo corrosivo que son los pipís de Puigdemont, Junqueras y comparsa.
Servir al pueblo no es aprovecharse de sus ciudadanos. Todos, hasta el día de hoy, os tomáis las cosas políticas como un juego de niños donde todo vale menos... que a alguien bonito, de la psoe, le tiren una botella de agua vacía y no, un bote de Cocacola, como ya mentía la bocazas, de al lado, del que lo radiaba. Y es ahí, donde, un individuo sin pelos y pelotas, le canta la gallina a un idiota o dos, de la psoe. Donde, otro gallo cantaría, del PP, le arrima su ascua para más bochorno del PP.
Majestad:
Tenéis el don de la complacencia y es muy difícil complacer a toda la marabunda de cristianos, sin Dios; porque ésto es un sindiós. Una pocilga de cerdos intentando comerse las mejores bellotas. Y alguien debe poner coto a la piara, desbandada.
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