sábado, 9 de abril de 2022

la muerte le acecha

 

El famoso papa de los nuevos tiempos... nos presenta la bandera de los países gobernados por la guerra entre Rusia y Ucrania. Amén de todos los confederados o no, que integramos el planetario mundial. Los Templarios se están dando a conocer como los judíos (que lo son) que crean guerras: con la intención de romper el orden general de las cosas. Crear el Caos. Y, sobre el Caos, reconstruir un sistema nuevo que solape al anterior. ¿Mejor? Pues la verdad es que lo dudo que los sistemas nuevos que surgen de una guerra...: sean mejores que el anterior a la guerra. Y si hay bajas... aún peor...
Si observamos la bandera que el papa besa que le entregan los niños llegados de Ucrania, de la intimísima alma de la guerra... nos damos cuenta inmediata del símbolo de la cruz de los templarios. El papa besa esa cruz como símbolo de los dueños que le tienen amarrado a la silla de Pedro. Una silla, que de tanto estar junto a las almas que intentan salir del infierno...: está gafada y maldecida. Este papa, no sé si es el papa negro o no, pero es lo más nefasto para la humanidad. En igualdad con las doctrinas luciferinas de los presidentes de gobierno de los Estados del mundo... No hay ni uno solo del que pueda decirse de su alma algo positivo. Tienen, como contrarios, a los ciudadanos del mundo; como si fueran musas sacadas de un Ária. Algo cochambroso. Algo insustancial. Muñecos sin alma o almas fuera del muñeco.

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