Este hombre está hasta los cojones de que todo el mundo le manipule y nadie que le descuelgue.
Con Chacón como ministra de defensa estableció el Real Decreto Militar 684/2010 que reconocía la bajada de bandera a media asta en los casos concretos de muerte del monarca, de militar en acto de servicio, del presidente del gobierno o en los actos o pasos de semana santa.
Ahora, desde las filas del PSOE y de algún que otro memo enchufado, se quejan de que Cospedal no ponga coto a ese pensamiento laico. ¿Pero si fuisteis vosotros quienes lo capitularon así y tiene que ser otro quien derogue la ley? No entiendo los prolegómenos de estos tarados disfuncionales.
¡Ojo!;
yo soy de los que opinan que lo militar debe estar fuera de toda historia que no le competa en particular. Guerras y defensa nacional.
Fuera santos, santas y el pobre crucificado.
Pero entonces, ¿con qué llamaríamos a las hordas laicas para que acudan a dejar sus caudales en las comunidades con solera de fiesta religiosa?
Acabaremos con el turismo nacional y con el de recambio europeo, el intercultural. Esa innegable avalancha de gente que se desplaza anualmente para ver la pasión por la que pasa la gente a la hora de portar las andas; tan similares a la pasión y sonrojo que tiene que pasar una familia para llegar a fin de mes con 567 euros. Y, sobre todo, que la ministra no pueda salir a la calle en mantilla y peineta, y los abalorios repuestos de los del año anterior.
Esta gentuza que tenemos por políticos de chichi y nabo, se están esforzando por quitar todo aquello que huela a historia o histórico y que huela a franquismo o religión. Sin embargo, el Iglesias, se permite el lujo de hablar con el Papa y decir que es lo mejor que le ha pasado en la vida; el mejor hombre que he conocido. O se va a Jerusalén a pegarse de morros contra la pared del Templo de Salomón, con el kipa en la coronilla. ¿Y qué tiene Iglesias que ver con el Muro de las Lamentaciones? -Pregunto.
¡Qué vergüenza!
En fin;
que quieren acabar con la fiesta nacional o regional o histórica o religiosa...
¡Qué se vayan a hacer puñetas con tanta tontería!
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