Ya sabéis que el profeta Ezequiel nos habló de una máquina que se le apareció y le transportó al cielo. La máquina tenía apariencia de dos anillos que se unian por los dos puntos centrales. Pues bien, a 1.500 años luz de distancia se encuentra una estrella llamada KIC 8462852 (catalogada así por nuestros astrofísicos) que tiene u observan en ella una anomalía que la hace parecerse al objeto que vio Ezequiel. Es decir, la estrella está siendo tapada por la construcción de una mega estructura con la capacidad de aprovechar toda la energía que despide. Es como si nosotros tuviéramos la capacidad de construir un edificio que diera la vuelta a todo nuestro sol para aprovecharnos de su energía. Algo totalmente impensable para el común de los mortales. Por tanto, se supone, que esta mega estructura está siendo construida por seres con la tecnología suficiente para llevarlo a cabo. Aquí tenemos las viejas pirámides que nos sirven de guia de lo que no podemos llegar a realizar; ni siquiera la construcción de la idea.A partir de este momento me siento en la obligación de creer a todos aquellos profetas que nos dejaron escrito su visita a otros lugares del cosmos, ayudados o transportados, por seres extraterrestres. Lo que Ezequiel nos relató fue la forma de la estructura que rodea a la estrella, la que tapa. Pensando así, tenemos el ejemplo del sol interno que tienen todos los planetas integrado. Un sol en el interior de cada planeta. Al parecer, el resplandor que sale de dicho sol, se observa por los polos planetarios.
El Telescopio Espacial Kepler ha recogido información que nos cuenta que a su alrededor orbitan una serie de objetos que no parecen exoplanetas. Kepler, que ya ha descubierto más de 4000 mundos fuera del Sistema Solar, es capaz de detectar minúsculas variaciones en el brillo de estrellas remotas.
“Nunca hemos visto nada como esta estrella. Todo es muy raro. Al principio pensamos que se trataba de un error en los datos o de un movimiento de la nave que tomó las fotografías, pero eso ya ha sido comprobado”, dijo Tabetha Boyajian, una investigadora de la universidad de Yale que trabaja junto a otros muchos astrónomos en el estudio que presentó el hallazgo.
Las oscilaciones de KIC 8462852, sugieren que a su alrededor no orbitan uno o varios planetas corrientes. Más bien, parece que su entorno es un desbarajuste de objetos de distintos tamaños, que viajan a diferentes velocidades y no lo hacen en un plano más o menos fijo como en los sistemas planetarios comunes.
El Telescopio Espacial Kepler ha recogido información que nos cuenta que a su alrededor orbitan una serie de objetos que no parecen exoplanetas. Kepler, que ya ha descubierto más de 4000 mundos fuera del Sistema Solar, es capaz de detectar minúsculas variaciones en el brillo de estrellas remotas.
“Nunca hemos visto nada como esta estrella. Todo es muy raro. Al principio pensamos que se trataba de un error en los datos o de un movimiento de la nave que tomó las fotografías, pero eso ya ha sido comprobado”, dijo Tabetha Boyajian, una investigadora de la universidad de Yale que trabaja junto a otros muchos astrónomos en el estudio que presentó el hallazgo.
Las oscilaciones de KIC 8462852, sugieren que a su alrededor no orbitan uno o varios planetas corrientes. Más bien, parece que su entorno es un desbarajuste de objetos de distintos tamaños, que viajan a diferentes velocidades y no lo hacen en un plano más o menos fijo como en los sistemas planetarios comunes.
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