Este que calza de rosa y viste a juego con este atuendo, es el Arzobispo de Valencia, D. Antonio Cañizares. Un señor que no quiere salir en los medios ni en los cortos ni en los largos -solo con aquellos que vistan de largo y de cola de casada. Pues nada, el otro día -al parecer- un señor que presenciaba la misa y escuchaba lo que el cardenal decía, le llamó de todo... menos bonito. Y eso que el Cardenal va de punta en rojo o rosa. Total, que el buen insultador cuando salió de la Iglesia pues como que salieron detrás de él ciertos católicos que, como yihadistas por Al-là, quisieron zumbarle la badana. Y no lo hicieron porque había gente que estaba grabando por los alrededores, que si no, le cambian la cara. Esta no es una buena acción por parte de un endemoniado el de encararse contra el arzobispo, pero es lo que tienen los endemoniados que siempre van contra los creyentes en Dios. No que no esperaba es que los católicos salieran en pos de ese endemoniado a ver si la cabeza le daba vueltas o ponérsela ellos del revés, para hacer una gracia al Sr. Cañizares. Y es que en la Iglesia siempre han habido guardaespaldas para este tipo de individuos clericales. Así, los jesuitas, no tienen necesidad de ir escoltados porque ellos mismos llevan las navajas y las pistolas en donde se deben de llevar. Las sotanas son amplias y se puede esconder cualquier cosa debajo de ellas. ¡Hasta niños! Con esto quiero ensalzar las gran enseñanza que está divulgando o viene divulgando la iglesia católica. Tanto sermón de la Montaña, para conseguir de los feligreses simples ovejas. Y eso es lo que nos quiere dar a entender el D. Antonio, que llevan 2016 años de historia católica y todavía no hemos aprendido nada de las palabras del único que nos quiere llevar al huerto. El hombre se ha metido contra aquello que atenta a la religión, de lo que él vive, y hace muy bien. Como hacemos todos los humanos cuando queremos mantener el puesto de trabajo: bajo control. Y, expresamente, no está bajo control ni el loby gay del Vaticano. Contra quienes el Cardenal no se mete. Los demás sí que son unos pecadores por no ser cura maricón. Éstos tienen el beneplápito del Patrón que les mira desde las alturas. Aunque, a estas alturas, piensa que debió tomar mis palabras en serio y abandonar el cielo para ser uno más de los jubilados en Benidorm. Ya debe de estar harto de tanto patulea de cucarachas poniendo a parir al resto de los creyentes. Hasta el mismo Padre debe decir: "por Dios, dejadme en paz". No me he encontrado ningún patrono que esté tanto en boca de sus trabajadores que los curas en la iglesia y fuera de ella. Al crucificado también lo tienen hasta las p... de tanta majadería como dicen y lo poco que hacen para bajarle de la cruz. Tan es así que se están haciendo astillas las cruces con el peligro de que caiga el crucificado y se dé de bruces en el suelo. Ah, eso no lo piensa nadie. Con el riesgo que tiene de dejarse los piños en el duro marmol del suelo... porque de arena el suelo no es. En fin, amigos, la iglesia está que no sabe que hacer con los ateos del carajo. Si para la iglesia el ser ateo se la trae floja. Ya vendrá el día que el ateo se haga creyente: el mismo día que nos pongan el microchip masón y tengamos que enseñarlo para poder comer. Entonces y solo entonces... todos seremos católicos, apostólicos y romanos. Yo, por si acaso, ya me he comprado el modelito que lucían los romanos en tiempos de los idem. ¡Es pà vel-lo! El Nuevo Orden Mundial es igual al Nuevo Orden Romano. El Nuevo Orden Papal, donde éstos serán los guardianes de la humanidad. Como siempre, pero más pomposo. Al estilo del Arzobispo Cardenal D. Antonio Cañizares. ¡Ay, si Jesús levantara la cabeza!
lunes, 29 de agosto de 2016
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