jueves, 19 de noviembre de 2015

Radicales a sus países

marsellael Papa, hablando de acoger a todos los inmigrantes. Lo que está muy bien si a esto le añadimos matices, porque no se nos olvide que, incluso el que acoge, tiene derecho a conservar el cerrojo en su puerta y a recibir o no a quien desee.
 Actualmente están en construcción alrededor de 150 nuevas mezquitas en Francia, país que acoge a la mayor comunidad islámica de Europa. Los proyectos se encuentran en diversas etapas, explicó Mohamed Moussaoui, presidente del Consejo Musulmán francés, que proporcionó estos datos en una entrevista con la Radio Rtl el pasado 2 de agosto.En Francia ya hay más musulmanes practicantes que católicos.Es lógico que con este balance y con una radicalización preocupante, este tipo de atentados sea más que previsible. Y por supuesto, habrá muchos más.Sacudiéndonos de encima el polvo de lo políticamente correcto, sabemos que la inmigración masiva supone una bomba de relojería para Europa. Y esta afirmación no niega que la mayor parte de los musulmanes sean honrados, pero el choque cultural es evidente y la actual guerra islámica aún más. Por supuesto, no hay más ciego que el que no quiere ver, y habrá algún comentarista fatuo que se conformará con soltar un eslogan banal que empiece con Je suis, y que dirá que lo único importante es que en estos momentos no haya una oleada de racismo. Aún no he visto, afortunadamente, atentados racistas de esta magnitud, pero siempre los progres empalagan las tertulias advirtiendo de gigantes que no son más que molinos de viento, mientras que la sangre solo corre de un lado al que no se quiere mirar. También estará el típico desequilibrado ateo radical, comentarista adicto de canales y redes sociales, que colige que todo esto es por las religiones. Y es evidente que así es.
Según los protocolos de los Sabios de Sión, consistían en introducirse poco a poco en los países para su colonización. Ya tenemos el ejemplo de Francia y España donde se aglutinan la mayor parte de musulmanes, suníes, islamistas, yihadistas, todo un conglomerado de sectas religiosas radicales. Bien es verdad que en nuestras filas políticas españolas tenemos adeptos y militantes radicales, abríamos de preguntar a los componentes de Podemos, a Carmena, a Mas y su feudo. Etcétera, etcétera.

1 comentario:

Unknown dijo...

Estoy contigo, el famoso caballo de troya