viene el bum, el armagedon periodístico, y movidas varias...
Pero lo más evidente de los casos que tratamos son de aviones que han cumplido sobradamente su días de vuelo, y que muchos de ellos debería haber sido destruídos, convertidos en chatarra, hace mucho tiempo. No me creo la casuística de fallos humanos, artefactos extraños a la nave, o la ocultación de artefactos explosivos dentro de los enseres personales de los viajeros: pasan demasiados controles, como para que alguien de los pilotos o los detectores en tierra, no se den cuenta del artefacto. Otra cosa es, que en la pista alguien pueda incorporar un artilugio explosivo cerca o dentro de la cisterna o bodega. Pero sobra con recordar las Torres Gemelas para dar fe de que miembros del cuerpo de la CIA, habían estado semana antes poniendo los explosivos en los pilares principales de los dos edificios. Quedaría por aclarar el por qué se cayó el edificio 7, perteneciente a la misma inteligencia americana y que esa semana antes al siniestro, estuvo sacando papeles del edificio por debajo de la zona 0. Zona plagada de pasillos, túneles, con capacidad para meter aviones dentro. Ylo sorprendente es que caigan en zonas desérticas, entre montañas, como si alguien estuviera controlando el punto y apretando el botón. Me conmueve que sean personas normales quienes sufran este tipo de sabotaje. Me sorprende que a ningún político le llegue la muerte en tan trágico suceso. Solo se justificaron, en el otro avión ruso derribado con misil, que fue porque se suponía iba Putin dentro, y querían cargárselo. No fue así, y otras tantas víctimas fueron a la tumba por culpa de una guerra interna política, que nos lleva a perder siempre a los mismos. No dejemos de lado el arma más poderosa, el H.A.R.P. de la Guerra de las Galaxias, por aquello de la fuente de calor captada por satélite. ¡Hijos de la gran chingada!
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