¡Qué la información es mucha! Sí. ¡Qué los criminales muchos! También. ¡Qué todos intentan remover el río para beneficiarse del revuelto! Cómo no. El caso es que a nadie le importa la gente, -por mucho que intenten los nazis recoger a los sirios escapados de la masacre, y que vuelven a convertir el planeta en un holocausto, y en un campo de concentración; por mucho que intenten disimularlo-. Ahora resulta que los árabes no quieren recoger a nadie, por mucho espacio que tengan. Pero sí, les conviene vender armas a los yihadistas para que intenten remover las entrañas de los rusos putines, para que éstos (rusos) empiecen otra placentera guerra a nivel mundial.
Resulta que los árabes fueron los que vendieron el misil “Starburst” Al Estado Islámico, que destrozó el avión ruso en el Sinaí.
El aparato de la compañía aérea rusa Kogalimavia, bajo el nombre
comercial de Metrojet, con 224 personas a bordo en su mayoría de
nacionalidad rusa, fue impactado a 30.000 pies de altitud (9.000 metros)
por uno de los misiles tierra-aire “Starburst” adquiridos por el
Ejército de Arabia Saudí a la empresa armamentística Thales, cuya
División de Defensa Aérea se encuentra en el Reino Unido.Denominado por el Ejército británico “Javelin S15”, el misil puede ser lanzado desde el hombro
Una partida de estos misiles, con un alcance mejorado respecto al
estándar de 18.000 pies, se encuentra en manos de la filial del Estado
Islámico en Egipto, según la versión que circula entre los servicios de
inteligencia árabes.El Airbus
A-321 estalló en el aire según se puede ver en un vídeo que fue grabado
por los terroristas y que han difundido a través de las redes sociales
para dejar constancia de su autoría.
El Estado Islámico en Egipto afirma que el atentado es una represalia por los bombardeos rusos en SiriaY de esta guisa, con estos toca pelotas, se puede llegar a cabrear a alguien para que tire la primera piedra e iniciar un genocidio mayoritario; porque señores, el resultado de acoger, amedrentar en los países de procedencia a tanto incauto es, para que nos apiñemos a una muerte más segura y con menos medios. Así, apiñaditos, como que somos un blanco más fácil para que muramos muchos, con menos armas. Y en esto está de acuerdo la Santa Sede, que, viendo, porque lo ve, que las palabras no hacen efecto, debería ir el Papa a las fronteras a imponer orden. Pero al Papa le pasa lo mismo que a las ONG's, les viene mejor criticar desde los púlpitos o desde las oficinas centrales del gobierno americano. Por cierto, compradas por este gobierno -americano-, para que le critiquen..., pero poco. Así tiene la crítica que se pasa por el Arco del Triunfo -la entrepierna, y procede en los países como bien le viene en gana. Que si un virus en África, 700.000 soldados en el Continente. Que si viene la carestía del crudo, a bombazo limpio contra Irán, Irak, Siria, y sus santas madres. En fin, una jauría de perros rabiosos, con sede en los mejores edificios de Nueva York.
De confirmarse plenamente la implicación de Arabia Saudí, Putin tomaría medidas drásticas contra el régimen de Riad.
Pues, nada, juguemos al tenis demoníaco: yo te pincho, tú me pinchas, ambos pinchamos al otro..., y entre los tres montamos la hecatombe más animal desde la riada llamada El Diluvio Universal. Después de unos millones de individuos muertos..., nos juntamos, nos damos de besos, abogamos por el amor de Dios y el de su Hijo, y volvemos a ser felices, y a darnos otros varios años para volverla a montar. Y así cada 50, 60 años, terrestres, negociamos volver a montarla y matar otros varios cientos, miles, de personas, para hacerles un feliz encuentro en el Cielo de los buenos y caídos por Dios y por las patrias. ¡Menudos memos!
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