Pero lo relevante no es que se celebrara una fiesta gay en Madrid 48
horas antes de que el Parlament de Catalunya mostrara la pantomima de su
“independence day” comandado por Artur Mas, que desea
ser presidente para evitar la cárcel y así salvar también a
Jordi Pujol y su prolija y codiciosa familia. Tampoco que se
haga pública muestra de alegría, despilfarro y diversión –el champán
corrió como la espuma– mientras más de media España está sumida
en la crisis, el desempleo y la pobreza. Lo curioso es que
según relatan numerosos
asistentes a la fiesta, que envían incluso fotografías, es que una buena
parte de los asistentes eran dirigentes, militantes y
simpatizantes del PP que han decidido “salir del armario” tras
el “gesto” del presidente del Gobierno, Mariano
Rajoy, “santificando” con su presencia la boda entre el número
3 del PP, Javier Maroto, y su marido, Josema
Rodríguez.
De hecho, la propia pareja, junto al dirigente vasco, Iñaki
Oyarzábal, todos ellos amigos muy cercanos de Mariano
Rajoy, asistieron al “Baila Cariño” y fueron
vistos por un periodista, que desde el anonimato, publicó lo siguiente
con el titular “Al Descubierto: Famosas”: “Javier
Maroto y su ya marido, Josema Rodríguez,
demostraron que tenían espíritu bailongo con su enlace en Vitoria (todas
las mesas, incluida la de la cúpula del PP, tenían el nombre de una
cantante de Eurovisión). Este sábado el matrimonio aguantó
hasta las 4 de la mañana danzando en el “Baila Cariño”, una discoteca
gay de Alonso Martínez.
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