A parte de la pederastia que existía en el bar Madrid por parte de políticos de partidos actuales y jueces en funciones, ahora resulta que dentro de las filas de Potemos existe el riesgo de pederastia por parte de unos de sus miembros. Ya no sólo se dedican a difundir las políticas extranjeras en nuestro país, sino que se han hecho miembro de los pederastas extranjeros y ejercen como tales. Lo único que se le ha ocurrido decir al muchacho, Palacio Maguregui, es: solo hubo tocamientos, no llegamos a más y precisó que su víctima "no tenía cinco años, sino tres o cuatro". Este es el número dos de Podemos en Castilla y León, líder del partido en Burgos y diputado autonómico y el que fue condenado cuando tenía 17 años por abusos a la niña. Todo un porvenir en las filas políticas y un fracaso como individuo que respira. Sus padres deben de estar muy orgullosos de tener a un hijo con tales reseñás personales y políticas. Potemos, que parecía la caña más cañera con los cañeros más intelectuales de las UPV, resulta que se han convertido en un nido de ratas de alcantarilla y al que se le van a caer a alguno la coleta y al partido la P. Es evidente que en España tenemos lo peor de los políticos tercermundistas, y a los pederastas, puteros y gays del mundo mundial. Esta es la España que quieren en Europa para podernos comprar a saldo el metro cuadrado de país. ¡Menuda estirpe de mamones y mamarrachos! Amén
jueves, 29 de octubre de 2015
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