El nuevo refresco, que conserva la fórmula tradicional elaborada desde hace más de quinientos años por los banqueros y delincuentes más prestigiosos, lleva sin embargo un 14 % más de bobocaína y casi la mitad de gas. “Es más dulce, es más suave y es más de puta madre”, ha dicho la líder de la joven formación política, Inés Arrimadas, quien ya ha anunciado que no dejará de trabajar hasta que todos los catalanes reflexionen y conviertan en tónica la primera sílaba de Artur. “Es más fácil de pronunciar, es más elegante y es más inglés”, ha dicho Arrimadas.
Las principales entidades financieras ya han confirmado que seguirán produciendo ambos sabores, tanto el nuevo PP naranja como el clásico PP azul, al menos hasta que el refresco de Albert Rivera tenga sus propios canales de distribución.
También la Asociación Nacional de Banca ha informado esta misma mañana de que todos los bancos españoles se quedarán en Catalunya, no sólo para seguir estafando a los catalanes que lo deseen sino a todos los españoles que, por cualquier motivo, decidan trasladarse a vivir a cualquiera de las cuatro provincias.