La coincidencia entre la corrupción de Madrid y la de Barcelona en cuanto a la comisión de un sensato 3 % en todas las operaciones entre sinvergüenzas ha servido para unificar criterios y acordar un porcentaje universal e inamovible para todos los corruptos españoles, sin distinción entre provincias, presupuesto o signo político.
El acuerdo, firmado ayer mismo en el Palacio de Hielo, de Andorra, es un primer paso para institucionalizar ese 3 % y conseguir que Hacienda permita su desgravación a las empresas que lo desembolsen, según palabras de uno de los constructores que han promovido la iniciativa. “Vale, a lo mejor lo de desgravar es un poco surrealista”, comentaba uno de los firmantes, “pero mira Rajoy”, puntualizó. Y, si no, al comisionista Juan Carlos. ¡Atajo de chorizos!