lunes, 26 de octubre de 2015

así piensan las feministas

CEE
La sexualidad femenina y el aborto. Santander.
 La psiquiatra Genoveva Rojo, y,  Amparo Cardeño, de la Asamblea de Mujeres de Vizcaya, y El Alba, de la Asamblea de Mujeres de Guipúzcoa, quienes informaron de la actual situación del problema del aborto en el País Vasco y de las campañas realizadas por las organizaciones feministas a raíz de los recientes procesos de Basauri y Bilbao.«Cualquier hombre es potencialmente un violador en un sentido amplío de la palabra: está preparado para ello y puede llegar a hacerlo». Esta es la idea más espectacular de la hipótesis que expuso la psiquiatra Genoveva Rojo en su conferencia. «La violación es un modelo al que se referencia cualquier encuentro heterosexual libre tanto en matrimonios o parejas institucionalizadas como en los encuentros no institucionalizados », dijo.
«La coacción, la genitalidad y la ruptura entre sexualidad y afectividad, coordenadas en las que se sitúa la violación, se reproducen en mayor o menor grado en todo encuentro sexual libre, donde siempre existe una dosis de violencia sexual por parte del hombre, junto a la idea de que la penetración es el único fin deseable y una forma de coacción en el hecho de que debe ser él quien tome la iniciativa. Cuando es la mujer quien lo hace, está demostrado que el hombre no responde, no ya por impotencia o temor, sino por resistencia a abandonar el privilegio de decidir cuándo, dónde y cómo se debe realizar el coito».
La ruptura entre afectividad y sexualidad, uno de los componentes de este modelo de violación que analizó Genoveva Rojo, se da con mayor intensidad en las relaciones liberadas, lo que lleva, en muchos casos, al hombre a la objetualización del cuerpo femenino o a una identificación inconsciente de la mujer liberada con la prostituta, viendo en sus expresiones de ternura una trampa de caza y conquista y no la expresión del afecto al que responde.
La psiquiatra feminista analizó los mitos que la mujer ha internalizado y que se oponen a su liberación sexual; la ignorancia y el autodesprecio hacia su propio cuerpo -“la menstruación, por ejemplo, que manifiesta una capacidad que el hombre no posee, es vivida todavía por las mujeres como algo vergonzoso”-, la negación de la sexualidad femenina y, por otra parte, el mito de su insaciabilidad sexual.
 «El clítoris que reivindican los movimientos feministas, que algunos comparan, en términos de igualdad, al pene del hombre, igualdad en la que yo no estoy de acuerdo, ha sido tradicionalmente soslayado por el patriarcado. Es muy significativo que en España, hasta el año 1948, se practicara la extirpación del clítois para tratar casos de ninfomanía o de locura masturbatoria».Por último, la conferenciante defendió el valor de la masturbación, practicada no como sustitutivo, sino como algo autónomo, «pues es una forma de reconciliar a la mujer con su propio cuerpo».
En contrapartida a las femenimas opina otra mujer....................
(FILES) In a file picture taken on October 11, 2007 British writer Doris Lessing holds her head in her hands outside her home in north London, as she is told by photographers that she has won the Nobel Literature Prize, after returning from a shopping trip. The Nobel Prize-winning British author Doris Lessing died on November 17, 2013 at the age of 94, her agent said.  AFP PHOTO / SHAUN CURRYSHAUN CURRY/AFP/Getty Images
La escritora británica Doris Lessing, ahora acusa a las mujeres de discriminar a los hombres
Dice que son constantemente agredidos e insultados. Y cree que ni siquiera se defienden porque se sienten intimidados
Doris Lessing no va a escribir el tercer volumen de su autobiografía como ícono del feminismo: dice estar harta del hecho de que “hoy mujeres más estúpidas e ignorantes puedan insultar a hombres mejores que ellas sin que se eleve la más mínima protesta”.
La autora del famoso The Golden Notebook (El cuaderno dorado) eligió el Festival Internacional de Edimburgo, del que participan miles de artistas de todo el mundo en espectáculos de danza, música, cine y teatro, para pronunciar su acusación contra las mujeres y en favor de los hombres que, aseguró, son “continuamente agredidos e insultados”. Y lanzó la estocada que desató la polémica: “Basta de humillarlos”, reclamó.
El cuaderno dorado, de 1962, es uno de sus libros más reconocidos. La historia, que aborda la crisis emocional y artística de una mujer.
A bote pronto queda en entredicho el amueblamiento de la mente de una psicóloga vs. una escritora. ¿Será verdad que para que el psicólogo reconozca una enfermadad de la mente, en un paciente, él tenga que estar loco de atar? La psiquiatra Genoveva Rojo nos lo pone a huevo. Es evidente que ella es lesviana, no la disgusta la silicona eréctil, practica la tijereta y la encantan las clóchinas como a un hombre. ¿No será la doctora Genoveva un tío, bajo una capa de legañas?
A la Iglesia de Franc le viene muy bien convertir a la ciudadanía en los moradores de Sodoma y Gomorra, para así poder esconder el lobby gay que gobierna el Vaticano. ¡Qué vergüenza!

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