martes, 3 de diciembre de 2013

la nueva del Papa

Al parecer el Papa Franc, sale por las noches de sus aposentos papales para ayudar a los pobres. ¡Menuda excusa! Todos sabemos que las obras de construcción de la casa de Pedro, fueron levantadas con dinero de las donaciones que hacían las putas de aquel entonces. Un poco como hizo Maria Magdalena, ungiendo con perfumes caros los pies del Maestro. ¡A lo que se quejó Judas!, que era un agarráo de no te menées. ¿Pues a qué va a salir el Papa, con sus zapatillas rojas y sus telares blancos? A dos cosas: la primera a dar sustos a los viandantes: como si fuera una aparición, o, a dar las gracias a las hermanas de la caridad, que con tan generosas dádivas levantaron lo que hoy cobija su cabeza. ¿Es pecado? No. Porque para lo que sale el Papa es para dar las gracias, y no para follarlas.
Tengo que reconocer que me está asombrando el desparpajo de este hombre hacia la feligresía. Le da lo mismo sacar al demonio dando besos en la boca de los endemoniados, como ir a dar las gracias a las putas por la noche por sus dádivas a la Iglesia. Y es que esto último debería hacerlo por carta directa a las madame de esos burdeles, en vez de ir él en persona. Pero es lo que le hace tan diferente al resto de los Papas. Su cercanía, como el rey Juan, y su saber dar a los desheredados espirituales las gracias en persona. Amén.

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