los comedores de horas.

A los pobres vigilantes de algunas empresas de seguridad (cada vez más empresas se suman al carro): NO LES PAGAN. Parece mentira, pero cierto es, que el cliente sea la Generalitat. Si el cliente (La Generalitat) no paga, pues que le manden al hombre del Frac. La primera decisión de la Generalitat sería desviar el dinero de los trabajadores y pagarles directamente; el resto a la empresa. Es insano tener a un ministerio público como cliente y encima que sea moroso. Los vigilantes de seguridad privada ya han hecho lo suficiente en este patético mundo, para que ahora les traten de esta manera. Si la Generalitat no tiene dinero, pues que deje de tener seguridad privada y tenga funcionarios que les hagan el trabajo. ¡Qué bonito es no pagar para los entes públicos! Para las personas de bien todo son complicaciones, si no pagas: pues te embargan, y asunto resulto. Las entidades públicas no pagan, no pasa nada. ¡Vivir para ver!