la izquierda nos demuestra que ha sido complaciente con los países a los que ha prometido <<tierra para todos>>, como en el lejano Oeste.
Para ello necesita un culplable y qué mejor que, VOX, con los ingredientes próximos a la inmigrafobia: Perteneciente al rechazo a través del trato distinto y social a una persona.
Pero bien sabemos todos que lo que predica VOX está en la línea de cumplimiento en el recibimiento de determinados individuos (MENAS) que, por su "edad", deberían estar con sus padres, en origen. Lo llamativo es que sus padres les den via libre para tirarse al mar, sin saber nadar. Pensando, como bien les convencen las oenegés a recogerles, como nave nodriza, en medio del fenómeno atmosférico, "conforme", al cambio climático; ¡pobrecitos!
¡¿Pobrecitos?!
Creo que todo español --de bien- deberíamos darle razón a VOX por la lucha contra <<los compromisos políticos de Sánchez>> fueras de las fronteras españolas. Compromisos disociativos con la realidad del momento y consustancial al problema de la inmigración. Completado con un estado alterado de conciencia y un desarrollo físico-social al extremismo más galopante. Criminal. Islamista.
Europa se está desmoronando por culpa de una inmigración descontrolada y un nivel de buenismo fuera de todo raciocinio. Que parece mentira haber sido faro de muchos países y terminar siendo una copia de la política (de facto) rusa y china. Para ello, <<haberse atado una piedra al cuello y hecho un viaje patera.>>
Poniendo la igualdad como rasero a todo bicho viviente de dos piernas... sería nomal que a los políticos, los ciudadanos, les hiciéramos lo mismo que nos hacen a los demás: Permitir, por frustración presidencial, heredar la senda de los elefantes hacia otros países compromisarios de lo que nos niegan nuestros políticos. Y ¿por qué tengo yo que emigrar y no el presidente incapaz de dirigir el país conforme a las necesidades de los ciudadanos? Conforme a este criterios deberían ser los dirigentes políticos quienes tomaran los cayucos y se echaran al mar camino de las corrientes marinas. Allá donde llegaren sean recibidos con todos los honores para que no les dé por volver al país de origen.
Desde España, con amor, Pedro, Ábalos y Montero, un paquete suculento para los nativos de esas islas milenarias.
¡Qué Dios os proteja!
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