que a este paso tendríamos que salir con paraguas a la calle -pero no para no mojarnos, no-, sino para detener la cantidad de escombro que se encuentra dando vuelvas buscando la forma de ir cayendo a tierra, poco a poco, o, un mucho a mucho. La cuestión está en que nos han ido mintiendo sobre la seguridad y control de los restos de los 7.000 artilugios de EEUU que sobrevuelan nuestras cabezas. Y ahora, resulta, que no era verdad. Que todos esos residuos de satélites y Starlink lanzados, nos pueden caer encima sin control alguno. Imaginemos que estamos hablando sólo de EE.UU, a los que habríamos de añadir el resto de los demás países. Lo que no puedo explicarme es cómo los ovnis o uaps pueden entrar a nuestro planeta sin que se choquen contra toda esa amalgama de chatarra que a la velocidad que van podrían destrozar la Estación Espacial.
Estamos en un momento de la historia que más nos valdría ir poniendo freno a tanto experimento sin control alguno. O tendremos problemas, a la larga, con dirigir adecuadamente los restos hacia el mar. Más porquería que acumular en el fondo de los mares y océanos. Llegará el día que los animales, por obligación, tendrán que salir del mar y ponerse a dos patas para poder respirar.
Es tal el caudal de idiosincrasia que se gasta toda esta porquería de gente que tenemos acumulando escombro galáctico que será muy difícil que los humanos puedan salir de este planeta. A parte de que hay mucho intelectual que niega la mayor en poder salir de aquí. ¿A dónde puede llegar el ser humano si este planeta lo están sofocando de tanto artilugio suelto. Y, ahora, solo nos falta los restos de los coches eléctricos que será depositados, también, en el mar porque no hay sitio sobre tierra para almacenar tanto vehículo que no se vende. Pasará con los coches lo mismos que con aviones desechados y depositados en selvas para que no los veamos desde google.
Es todo tan descabellado y falto de inteligencia que más bien rige la falta de intelectualidad como premio a la labor sin fundamento de los actos que profesan en sus labores sociales. Si pusiéramos un chimpancés a gobernar cualquier país del planeta lo haría mucho mejor que todo este conjunto de locos de atar.
En fin,
mucho cuidado cuando salgamos de casa y priorizar la mirada hacia el espacio por si una de aquellas le ha tocado el residuo correspondiente.
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