miércoles, 12 de marzo de 2025

atentos a las emociones

 
hay que prestar atención a las emociones cuando nos apartamos, como Jesús en el Monte de los Olivos, para meditar o rezar a quien o quienes nos hayan inducido a la postración o devocionario frente a la figura que debemos invocar o al menos imitar.
En este planeta las emociones son el caldo de cultivo que nos retiene en el plano tridimensional por siglos de los siglos. Es el lugar donde, supuestamete, fue encarcelado la parte Negativa de Dios. Que tampoco es tan negativa como nos están haciendo creer. Los humanos somos pilas con los polos negativo y positivo a los que hay que unificar. Véase las hebras de ADN.
La unificación de estos dos polos se realiza a través de la mente y la constatación de o posicionamiento de la cualidad de ser en perfecta claridad presencial. La mente funciona por sí sola, y el espíritu, la presencia, siempre tiene que estar alerta. Consciente. 
Yo soy en la medida que me percibo como tal. Por medio de la presencia constante. Porque sin la presencia..., las emociones... superan nuestro poder de concentración. De autocontrol. 
Todas las religiones nos presentan a un Dios o semidios con caracter autoritario, como lo representa el cristianismo. Una representación lo más parecido al comportamiento de los mismos que le crucificaron. Como crucifican a todo hombre o mujer que se escapa de un libro que alguien escribió como modelo de planificación a la raza terrícola. 
Un libro escrito por mano de hombre. 
Un libro escrito bajo la descarga emocional de sensibilización hacia la figura espiritual elegida. 
No hay una sola religión que no practique la obediencia extrema de los creyentes. Es necesario esa <<obediciencia ciega>> como carga para las emociones. Placebos para el Alma. Muros para la Autorrealización.
Estas emociones son efímeras aunque nos produzcan en el cuerpo un subidón de energía, de adrenalina, que terminará en la nada. Esos movimientos energéticos corporales se manifiestan a través de la mente y por visión chocante con imágenes que recrean momentos específicos de <<dolor y rabia.>> Cuanto más crueles sean las imágenes en cuadros, tallas y reproducciones religiosas... más alejado estás de la creencia en la que has creído estar.
Por tanto 
llegamos a la conclusión de que las emociones nos obnubilan la realidad y nos alargan la capacidad de Realidad y Consciencia plena.

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