al dejarme arrastrar por este tsunami de noticias que destapan la realidad de gente que pasa penurias en su día a día, gracias a la discriminación, la injusticia y falta de humanidad de partidos políticos parecidos a otros al correr del tiempo.
Hay que poner límite a que los médicos puedan imponer su opinión contra nacimientos o contra personas que puedan padecer alguna enfermedad y no se valgan por sí mismas. La eutanasia no es la solución. Lo único que facilita es el sufrimiento que, "supuestamente", causan a los familiares y, sobre todo, al gasto social: que más afecta a los estados sin disposición voluntario de asumirlo.
Dudar de la esterilización forzada de criminales. Como la criminalización de los clientes de prostitutas. Cierre de fronteras en vez de la regularización de la inmigración generalizada. Prohibición de una inmigración sin educación acorde al país de acogida. Esta sería la posición de Cataluña en la pretensión de adquirir los derechos, que, por facto, serían inconstitucionales. Prohibir, prohibir, prohibir. He ahí la implantación de un comunismo dictatorial.
La cuestión está
en que el mundo lo están cambiando entre cuatro bandarras que no tienen nada que hacer y se dedican a joder al resto de los humanos. Cuatro grupos de poder que pretenden una sumisión absoluta, al poder, con la pérdida de derechos humanos. Solo los derechos humanos recaen sobre el pueblo... alejando a los políticos de su cumplimiento y sometimiento.
Las nuevas tecnologías solo traerán un imperialismo planetario similar al planeta Mongo. Dominado por el malvado Xi Jinping, el despiadado Putin, y el desquiciado Trump. Nadie estará salvo en ningún lugar del globo y será asediado por no dejarse dominar por semejantes seres fuera de onda.
He aquí los bueyes con los que hay que lidiar. Cuya mentalidad está a la altura de un infante de parvulitos.
Por favor: poneros a trabajar y dejaros de insultarnos la inteligencia que, aún, poseemos.
Nos damos cuenta de que no tenéis ni un atisbo de formación y maneras, de llevar a buen puerto lo que os hemos dejado gobernar. En una empresa privada el que entra y no sabe hacer bien su trabajo... es despachado sin contemplaciones. Por desgracia, en política, no tenemos ese poder de echarles los ciudadanos. Habrá que cambiar las normas para poder elegir la persona que esté a la altura de las circunstancias existenciales en el país correspondiente.
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