hay que echar de comer a parte a las instituciones europeas a la hora de dictar sentencias y de hacer justicia cuando los países son España, Portugal, Italia, Grecia... No me extraña que Inglaterra quiera salir cuanto antes de la Unión Desunida de la Eurozona. Ahora resulta que los malos se convierten en buenos por culpa de haber sido sobornados con la modesta cantidad de 88.000 millones de Euros, que los españoles hemos pagado para rescatar a Cataluña del abismo en el que la han metido cuatro individuos roba patrias y traidores a la misma. Y todos contentos con la sentencia dictada por Europa en el aforamiento de Puigdemont y los políticos presos. Para Europa han sido los españoles los que han asaltado el Estado español y los catalanes -pobrecitos- los que han tenido que manifestarse en contra de ese comportamiento nefasto contra el Rey y la jefatura del Estado. ¿No es muy significativo que Europa defienda un golpe de Estado español y cómplices necesarios para ello?
José Borrell se ha atrevido a decir que sería necesario que se buscaran medios para que no se vuelva a reproducir este tipo de actos cometidos por representantes públicos en territorio español. Tampoco le han hecho mucho caso que digamos. O sea, que no los españoles no tenemos representación política en ningún caso. Así nos va.
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