solo superable por el belén que ha montado Colau, en Barcelona. Un túmulo de cajas de su trastero particular, que ha sido elevado al reino de la Navidad y a cobrar 100.000 euros el costo de la Marimorena. El segundo costo, el de la Marimorena, que lo han propiciado los catalanes al darse cuenta de la realidad de las cajas, embellecidas, con adornos de Todo a Cien.
Pero...
en este caso la Marimorena y el bombazo lo han propiciado el PP y VOX al adjudicar al Belén, en un pueblo madrileño, una pieza que siempre ha sido de otro color. Negro. Han cambiado a Baltasar, por otro rey mago blanco. Sin percatarse de que los Reyes Magos eran todos de color, y ninguno, blanco.
¡Qué metedura de pata de estos infieles metafísicos!
Los reyes eran de Oriente y no de Occidente. Con rasgos árabes o judíos. Tirando a un café leche, en la plaza del pueblo. Que dijera o dijese la bella dama de Aznar, la señora Botella. Señora que la hacíamos más inglesa que española dado el sentir que teníamos los españoles de su capacidad de hablar inglés con total corrección. Ni inglés, ni total corrección. El hazmerreír de todo el anguloso pueblo español y allende los mares. Es correcto decir que el inglés no se ha hecho para españoles. Es más, parece un idioma corregido para ingleses, como circular por la izquierda.
Total;
que VOX y PP han dado las campanadas antes de la hora prevista. El pueblo al que han asombrado con su patético comportamiento ha montado en cólera y les ha llamado racistas y tocapelotas. Todo en el ambiente cariñoso, amoroso, amistoso de Navidad. ¡Qué feliz tocada de huevos!
Y lo malo de todo no está en la tocada de pelotas de todo el mundo, sino en el deseo de terminar con las fiestas que a nadie le viene bien. A unos porque trabajan, otros porque lo ven solo como días de gastos extras, otros porque se le ha ido alguien al otro mundo en estas fechas. En fin, que a nadie le prodiga buenos sentimientos de bondad, amor y otras lindezas del corazón.
Imagino que después de esto se meterán con Jesús, el Cristo, aquél que dio su vida por salvar la de los curas durante dos mil y pico de años. Por supuesto que este tampoco era blanco, más bien tiraba a descafeinado de máquina de cafetería. ¡Qué problemón! Dos mil años habiendo visto el careto de Jesús en blanco y resulta que faltaba el marrón clarito. Como salen los niños entre blancas y negros, entre negras y blancos. Tanto monta.
Como vemos las previsiones entre golpistas, golfistas y gente de mal vivir... son las de terminar con la navidad y con todo aquello que se pueda considerar provechoso en una época del año. Pues ni aún así. Tantos cambios van a convertir a España en un barrio magrebí, árabe, yihadista. El norte de África hasta los Pirineos. Ya no van a hacer falta pateras para llegar a esta madre España. Se solicitará a Sánchez e Iglesias que pongan puente en Algeciras, como senda de elefantes e hipopótamos. Jumanji en España. Y no la película, que también.
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