a sus hombres frente al tumulto y agresivos CDR, yéndose de putos...; este otro payaso del elenco y estanco y enfermizo poder mental... -representa al Defensor del Pueblo catalán. (Nos podemos hacer una idea de cómo andan las neuronas en los ministerios públicos.); ...arremete contra los enfermos españoles porque colapsan su sanidad. Hay que mandar una delegación de gobierno venezolano para decirle al majadero este que estamos en España y todo aquél que no quiera estar aquí puede aprovechar pateras para ocupar los espacios vacíos que dejan los que vienen. Que, por cierto, deberían dejar de seguir viniendo y los venidos dejarles que acompañen a los majaras estos a territorio donde podérselos follar libremente y sin tapujos. Están deseando que alguien les encule y, mientras tanto, tienen las neuronas subidas de nivel y precio. Claro que, teniendo a Sánchez de jefe del equipo subversivo español-catalán, me extraña no se hayan subido a la catedral y tirado desde los almiares o minaretes. Todo se andará.
Me pregunto dónde se habrá metido el monarca español que no sale, no saca morro, por ninguna parte. Estará en Waterloo con Puigdemont preguntándole porqué le tienen tanta inquina. Digo yo. Le pasa lo mismo que a Sánchez, minuto y tiempo para salir volando o pitando o escabulliéndose de sus labores como jefe de Estado, que es. ¿No es capaz de mandar la milicia para acabar con los cuatro descerebrados que tienen a media España tirando del carro de la desdicha, de la infeliz convivencia con la otra parte, y aquí no pasa nada?
Esto son los efectos provocativos de una guerra civil. Dividir el país, la comunidad, la convivencia, con el simple gesto de provocar; un gesto del contrario para liarla parda. No hay que consentir que descerebrados y asquerosos chorizos y traidores se salgan con la suya. Si Cataluña tiene problemas con sus dirigentes...: hay que denunciar personalmente en jugados de cualquier comunidad, y a título personal. Los políticos catalanes están metido en una vorágine del mal de la cabra, y hay que sacarles de esa espiral loca y elocuente. Y, sobre todo, aquél que no sirva para taco de escopeta... se le defenestre con todos los honores.
los contrarios se miman en los petit comites, como Aznar hablaba catalán en la intimidad. ¡Hace falta ser hipócritas!
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