y mil años después...: el Toro de la Vega ha dejado de existir. O, lo que sería más sensato decir: han pasado a mejor vida correteando por los prados sin que teman sufrir violencia por parte de los humanos.
Decíamos que se ha dictado sentencia sobre las denuncias presentadas por las asociaciones pro animal, y de todos aquellos (entre los que me encuentro) españoles que estimamos que, ya está bien, de hacer sufrir al mundo animal. El TC ha desestimado los recursos del Ayuntamiento correspondiente, y los toros serán soltados por los campos perseguidos por los mozos.
Los matamos para comerlos, los matamos para divertirnos, los matamos para que continúen -determinados ganaderos-: enriqueciéndose con el maltrato animal. Me parece de una polémica feminista el que se sigan criando animales para después lancearles. ¿No es más bonito jugar con el Toro en la Vega?
Amigos
¿no es preferible recurrir al tinto El Toro para cualquier corrida que uno se quiera gozar?
Me pregunto ¿qué gozo le puede ocasionar a un ser humano el hincarle una pica al cuerpo del astado? ¿Tan fiero se ve al animal que prefiere dejarse matar que arrollar al lampiño?
Va siendo hora que cambiemos las costumbres de determinados pueblos. Ahora falta terminar con -el arranca cuellos- de ánades y de conejos.
El mundo debe cambiar a una sociedad más realista y menos compleja de la que llevamos. Esto no quiere decir que vayamos a parar a un buenismo insultante y carente de parentesco. Solo hay que comprender que a nosotros no nos gustaría que alguien nos tratara del mismo modo brutal que empleamos con ellos.
Nada más verlo nos damos cuenta que no es una imagen que nos produzca un gozo excesivo, más bien una repulsa inmediata. ¿A que sí?
Pues a vivir que son cuatro días y mejor en compañía de seres tan nobles y bellos como son el toro y el caballo. Animales que estamos acostumbrados a emparentarles, hermanados y correteando por nuestros bellos parajes españoles. No perdamos la dignidad con verles solo en el anuncio de Osborne. Aunque, también, es un toque al saber que has entrado..., que estás..., en España. ¡¡¡Viva España!!!
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