que se sabía de la existencia de un vídeo snuff que fue enviado y, posteriormente, recibido, por el cura párroco de la iglesia de Alcásser, donde se visionaban los padecimientos de las tres niñas, y su muerte a manos de sus captores y abusadores. El vídeo fue entregado al Ministerio del Interior, y con la consiguiente desaparición del vídeo. Nunca más se supo del siniestro, ni lo que pudieron pensar en el Ministerio.
Ahora, gracias a la Tribuna de España, sabemos más, mucho más, de lo que cabía podríamos llegar a conocer.
No voy a comentar nada de lo que lleva la Tribuna, porque es inútil repetir aquello que otro medio tiene y muy bien escrito. En los datos sale, de nuevo, el escándalo del Bar España, y aquello que pasaron los pobres niños violados, maltratados y asesinados, según su versión de los hechos y vivencias. Nadie en su sano juicio puede atribuir a estas personalidades causantes de esos desmanes, una valoración si no es con la sana intención de llamarles psicópatas. Hay que estar mal para llegar a semejante brutalidad en los cuerpos de niños y niñas. Y, que, encima, estén salpicados con nombres y apellidos de aquellos que supuestamente deben velar por nuestros intereses, vidas y ciudadanos.
Sabiendo esto es una forma de acallar la mente después de tanto tiempo, dolor de las familias, y maltrato al que estuvo siempre al lado y con la verdad, de los familiares. Acallaron su arrojo y le impusieron un castigo semejante al que pasó Adolfo Suarez por llevar la contraria al Rey.
Espero gratamente que con estas pruebas se pueda reabrir el caso. Y que no caiga en saco roto, a modo de la manta que cubrió tres cuerpos de inocentes criaturas.
Por mi parte doy gracias a aquellos que han puesto un punto y seguido al Caso Alcasser, para que sirva de acicate a la completa restauración del caso y salgan los culpables a la luz pública. Que podamos verles la cara y señalarles como asesinos-psicópatas y traidores a España.
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