jueves, 23 de marzo de 2023

Viajero del tiempo o vidente

Extraterrestres 

la verdad es que él se ha denominado <<viajero del tiempo>>, y no tenemos por qué poner en duda su llegada de la civilización terrícola de hace 400 millones de años. Si desconocemos cómo nuestros antepasados hicieron determinadas cosas que aún desconocemos, no podemos poner en duda que ellos supieron cómo salir de la Tierra en un momento de grandes perturbaciones. 
Ahora, que nos encontramos con un planeta dirigido, gobernado, y masturbado hasta decir basta..., sentimos que algo no muy positivo está pasando y echamos manos de los ovnis, como posible lanchas de salvamento para esta humanidad sin rumbo ni concierto.
¿Por qué echamos manos de extraterrestres si no sabemos cómo nos pueden tratar si nos ofrecieran o aceptáramos su ayuda?
¿No sería obra de esos seres el que nos vayan preparando como granja humana para sus locas orgías orgigástricas?
Es penoso comprobar que recurramos psíquicamente a la petición de ayuda de seres desconocidos, en vez de plantar cara a todo tipo de eventos en una sola piña. Que no quiere decir que la unidad de todos los países sea empleado para coartar libertades...: en un intento de convertirse en un libertinaje social-político.
Creo que, si hoy bajan, los ovninautas, no vienen a echarnos una mano, no. Bajan con la intención de llevarse a su jefe supremo en la Tierra, el señor Biden. The Mummy. Y, de paso, acompañarse del señor Tamames, que con tanto tacto ha dirigido la Moción de Censura vs Sánchez.
Total
que el viajero del tiempo tiene que ser de la CIA con ánimo de joder a los sufridos ciudadanos, del mundo, con otro chascarrillo para insufrarle miedo hasta en lo más profundo de su intelecto. Tampoco les costaría mucho porque la inteligencia brilla por su ausencia y, la intelectualidad: corta. 
Abogo por no tener nada que ver con esos seres esqueléticos y grises; deambulando por las ciudades y campiñas...: como sus madres les trajo al mundo, o, como viles pedófilos, soplapollas. 
Por favor
no bajéis porque ya tenemos bastante con Sánchez, Irene Montero, y sus féminas, tocachochos.

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