̣por ser un imbécil

 me tengo que tragar todo aquello que, en su día, dije, de Macarena Olona. Macarena daba el personaje ficticio de reina de cuento. De aquellas que empiezan bien y terminan siendo la bruja o Su Alteza Malignidad. 

De la noche a la mañana... se ha convertido en un personaje totalmente distinto a quien fue capaz de hacernos ver. Capaz de mentirnos en sus actuaciones parlamentarias, como en la vida real. Ha dejado de ver a los contrarios de su ideología de centroderecha, como oponentes, y se ha convertido en uno de ellos. No me extrañaría que antes de las elecciones generales no termine siendo miembro de la psoe. Ahora, contra sus ex militantes de VOX. Capaz sería, Sánchez, de nombrarla vicepresidenta primera de gobierno... con tal de verla parlamentar frente a Abascal o Iván Espinosa. Sería un puntazo para ambas filas políticas. Y para la ciudadanía en general.

Y digo que sería capaz de someterse a injundia, con tal de favorecer al psoe en sus mayores ruinas contra derecho y natura. Ahí tenemos a Olona haciendo de abogada del Tito: presunto tocador de señoras malas que están tan buenas, y presunto conocedor de sustancias tóxicas que servirían para encalar fachadas de edificios públicos. Que era, supuestamente, a lo que se habían reunido (en petite comité) 15 diputados, más Tito, para llegar a acuerdos de trabajos de la administración pública. ¿A dedo? 

¿Y, qué, si habían coincidido en tratar los acuerdos rodeados de señoras que podrían haber firmado, los tratados, como bien público o testimonial? 

¿Qué malo hay en que las señoras, por firmar, y como notarias, cobraran 3.000 euros, por barba, más comida y bebida por otro tanto, si ya hemos dicho que sería un bien testimonial para la causa del encuentro? 

No sé dónde la gente encontramos el mal para opinar..., ¿en que iban en calzoncillos? Bueno, y qué... A mucha gente le gusta ir ligeritos de ropa para hacer sus trabajos... y si no que se lo pregunten al marroquí que hace de asesor para Olona.

 

No me digáis que no es todo un personaje con capacidad mental para dirigir los designios de Macarena. ¡Ay, Olona, quién te ha visto y quién te ve! Tal vez, fueron los andaluces quienes se dieron cuenta de tus intereses espúreos y por eso tuviste que salir huyendo dando, como escusa, una enfermedad a, paliar, en el Camino de Santiago.

En fin,

allá tú, y tus circunstancias.