por la Ministra de Trabajo, haciendo referencia a Ferrovial, que causa indignidad escucharla. Una ministra que tiene los santos bemoles de tener un apartamento de 450 metros en el centro de Madrid, y al que le pagamos todos los gasto que, su señoría, (por decir algo), tiene a bien gastarse, se lo pagamos los ciudadanos. De eso la Yoli no tiene ningùn reparo en tenerlo escondido por que es causa de los nuevos ricos del socialcomunismo. Y, como ella, todas las gananciales del macho alpha, Iglesias.
No tienen ni un atisbo de cordura en plantarle cara a las empresas y, sobre todas, a aquellas que pueden, tranquilamente, levantar ancla y marcharse por el Ferrol. A quién se le ocurre ponerle trabas a las empresas si son ellas las que exponen su dinero y dan trabajo a las demás familias. ¿Es que no se dan cuenta?
Pues no se dan cuenta porque, por ejemplo, la Yoli tiene menos sesera que Feijóo y, de la casta le viene al galgo. Una pena que, ambas almas, hayan salido de la misma comunidad autónoma. Si, que sí, que todos los gallegos no son iguales. Que sí... pero amigos, es una pena que hayan sido los dos peores los que hayan emigrado a Madrid, en busca de la fuente del fuego. A la Yoli no la confunde el fuego porque está más endiosada que el chulo de Sánchez, y porque se nota superwoman cada vez que abre la boca en el Parlamento. Se siente tan "elogiada", que da asco verla el gesto de superministra. Lo siento por ellas pero alguien que se las da... y no tiene un simple curriculum vitae de nada... es vaca de vacunación experimental. Y nunca mejor de la zona de la que procede. Es curioso que ambos gallegos hayan elegido los contrarios para vivir de la política. De esta forma, siempre se llevarán bien. Son parabienes que concede Dios. Y que no se entere el Papa de que Dios beneficia a Feijóo. A la derecha. Capaz, sería, de hacer un pacto con el diablo y borrarse de la legítima Divina.
En fin
que tenemos hombres y mujeres de estudios que ocupan puestos de ínfima categoría, y, tenemos a estas faces haciendo de la política un sarao musical.
Es decir
por ellas y el memo del presidente, así nos va.
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