martes, 27 de octubre de 2020

fijaros qué alucinante

La sonda Osiris-Rex de la Nasa, ha tomado tierra y recogido muestras del asteroide Bennu, cuatro años después de haber sido lanzada al espacio. Exito rotundo para la Nasa que siempre celebra las cagadas, también, como exitosas.
¿Cuánto puede haber costado ese trasto y su traqueteante viaje espacial?
Tal vez billones de dólares, para aplaudir desde un depósito de hombres pagados para tal cuestión. 
En estos casos me acuerdo de la llegada a la luna y los palmeros exitosos en el bunker de dirección. 
Señoras hablando con su maridos, maridos amantes de sus esposas, y un ruinoso montaje con bandera, aire, y firma sobre piedra pome, junto al módulo lunar...
Todos esos montajes cuestan millones de dólares ¿y no hay una vacuna para el covid19, ni medicamentos para paliar la pandemia, ni hospitales para que la gente muera dignamente, ni lugares de contacto familiar: aunque sea a través de un plexiglás, mirando la cara del paciente, mientras se dicen adiós sonrientes...? 
Pues no hay.
No hay dinero para estas eventualidades. Aunque viendo a Trump salir tan ricamente del hospital sanitario militar como si le hubieran hecho una cura de hiperventilación viral, me escama y cabrea. Pero..., con eso..., nos quedamo: asqueados y virulentos.
Tal es la mofa que tienen con los infectados que dan ganas de mandarles a tomar por el culo, cuarenta veces cuarenta. Hay que ser hijos de mala madre para, sabiendo las dificultades que tienen los médicos para hacer frente a los enfermos, no miren remedios donde los hubiera o hubiese en el globo terráqueo. 
No.  
Están aguevados mirando la mosca volando hacia un trozo de tierra girando por el espacio para saber qué contiene en su estructura y matriz. Claro, es lo mas preocupante de la pandemia: la composición estructural de Bennu. Tal vez, responsable directo de la ultima vez hace cientos de miles de años que sobrevoló por el mismo lugar y nos preñó con semejante semen vírico.
¡Hay que joderse, compadre: 80 años viviendo, y viendo la misma masacre!
No se le pueden pedir peras, al olmo de Simón.

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