miércoles, 4 de diciembre de 2019

el mundo es

un  campo de batalla y los políticos: sus peones. Con Majestades y todo.
El tablero nos muestra la división en 84 cuadraturas o parcelas, y cada una de ellas es una porción conquistada o, a no dejarse conquistar. Lógicamente todo vale con tal de dar jaque mate, al Rey. Todas las figuras tienen representación estatutaria, y son o pueden ser, sacrificadas por el monarca. De aquí, que, la derecha dejada por Rajoy está siendo sacrificada -no ya por la izquierda-, sino desde las profundidades viscerales del propio partido. Este es el juego. 
Pero el juego va mucho más allá. No es algo que se tenga que mirar de cerca; sino desde la distancia para mejorar la visión panorámica del conflicto dentro del ajedrezado campo, en el que se disputan los cuadros diseñados en el tablero. 
Si deducimos que el mundo material está sustentado por 13, más menos, familias poderosas... Estas están en continua lucha las unas con las otras. ¿Lo necesitan? No. Pero se entretienen. En una familia en la que hay trece hijos y se disputan la herencia del padre...: están luchando entre sí..., sí, para conseguir que la herencia pase a mano de uno solo, mientras aumenta de tamaño la heredad. Por lo que todos están luchando para que lo dejado por el padre aumente de tamaño, cuando lo normal sería repartir y que cada uno haga de su capa un sayo. No. Estas herencias no se dividen así. Estas herencia se ensanchan; se aumentan aunque haya diferencias entre hermanos. España es una parte de la herencia tomada por una parte de la familia y que se la disputan la otra parte o los otros hijos. Debemos descontar a los reyes, porque son visibles y por tanto una figura que se puede prescindir de ella. Ya se verá por qué otra figura puede ser cambiada, pero tiene sustitución. Las familias no son visibles. Son las que mueven los hijos desde las tinieblas más profundas del abismo..., de los tiempos...
Que estamos siendo atacados no hay que ser muy ornitólogo para darse cuenta. Los pajarracos carroñeros están señalando la pieza caída, aunque no muerta, que representa España. Antes de ser despedazada... muchos de los carroñeros morirán en el intento... pero como a los reyes, serán reemplazados por otros.
Ellos ven desde un LG gigante cómo las piezas van cayendo y cómo, inmediatamente, son reemplazadas con otros movimientos. 
La economía, el IBES 35, la banca, la materia prima... Esto es lo que representa cada cuadro y de lo que se puede prescindir por otro estado de cosas. Así, para limitar el cuadrado general del juego... se hace prescindible el trabajo de campo. Por lo que la economía recula y conserva, sin darnos cuenta que repercute en otro cuadrado. Poco a poco el jugador va ganando o perdiendo la partida... hasta conquistar el juego. Y se empieza otro juego con las mismas piezas y el mismo campo. Así hemos visto en España como se han ido cambiando los rojos por los azules y viceversa. Ahora toca que los rojos gobiernen durante un tiempo para ver cuántos de los cuadrados conquistados  o gana, y si se hace necesario borrar la mesa que contiene el tablero. Una situación así daría lugar a otra Guerra Civil, a la española, aunque, no sé si sería un buen comienzo. Pero los de Podemos ya han lanzado proclamas para salir con las armas a la calle si los de VOX tomaban relevo. Como los de VOX van a tomar el relevo frente al PSOE, -es muy posible que Iglesias haya sido bendecido con la visión extrasensorial-, y se líe la gorda en el País. 
Yo sería de los que agarraría un arma para ir de caza a Villa Tenaja. No permitiría que se escapara un bicharraco carroñero, por muy en vía de extinción que se encuentre.

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