Hace más de cien años, un conocido satanista y líder masón pudo haber anticipado los sucesos de Londres. El plan de Albert Pike consistía en fomentar tres Guerras Mundiales, permitiendo la tercera y última abrir el camino para introducir una nueva fe global, una religión que tendría a Lucifer como su ídolo.
Diabólicamente inspirado, la visión de Pike conducía a enfrentar a los Musulmanes contra los Judíos y los Cristianos en todo el planeta y con las atrocidades de Londres, y la descripción de los medios de elementos del Islam como “extremistas”, uno se pregunta si no estamos viendo el plan de Pike ejecutándose.
Pike fue un genio, capaz de leer y escribir en 16 lenguas diferentes. Sin embargo, ningún historiador ha encontrado un registro con la lista de los 16 idiomas que supuestamente sabía hablar. Además ha sido acusado de plagio y en distintas etapas de su vida se le conoció como poeta, filósofo, soldado, humanista y filántropo. Un Masón del grado 33, fue uno de los padres fundadores, y jefe del Aceptado Antiguo Rito Escocés de la Masonería, siendo el Gran Comandante de la Masonería Norteamericana desde 1859 a 1891. En 1869, fue un líder destacado de los Caballeros del Ku Klux Klan. En 1871, escribió las 861 páginas del Manual Masónico, conocido como "Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Rite of Freemasonry".
TRES GUERRAS MUNDIALES
"La
primera Guerra Mundial debe producirse para permitir a los Illuminati
derrocar el poder de los Zares de Rusia y hacer de ese país una
fortaleza de ateísmo Comunista. Las divergencias causadas por los
agentes de los Illuminati entre los Imperios Británico y Alemán se
usarán para fomentar esta guerra. Al final de la guerra, el Comunismo se
erigirá y usará para destruir a otros gobiernos y para debilitar a las
religiones."
"La
Segunda Guerra Mundial debe fomentarse aprovechándose de las
diferencias entre los Fascistas y los Sionistas políticos. Esta guerra
debe fomentarse para que el Nazismo sea destruido y el Sionismo político
sea suficientemente fuerte para crear un estado soberano de Israel en
Palestina. Durante la Segunda Guerra Mundial, el Comunismo Internacional
debe hacerse suficientemente fuerte para contrarrestar a la
Cristiandad, que entonces será constreñida y controlada hasta el tiempo
que la necesitemos para el cataclismo social final."
"La
Tercera Guerra Mundial se fomentará aprovechando las diferencias
causadas por los agentes de los Illuminati entre los Sionistas políticos
y los líderes del Mundo Islámico. La guerra debe conducirse de un modo
que el Islam (el mundo Arábico Musulmán) y el Sionismo político (el
estado de Israel) se destruyan mutuamente. Mientras tanto, las otras
naciones, una vez más divididas sobre este asunto, se verán obligadas a
luchar hasta el punto de la completa extenuación física, moral,
espiritual y económica... Desataremos a los nihilistas y a los ateístas,
y provocaremos un cataclismo social formidable que en todo su horror
mostrará claramente a las naciones el efecto del ateísmo absoluto,
origen de la crueldad y de los disturbios más sangrientos.
Entonces, en todas partes, los ciudadanos, obligados a defenderse contra la minoría mundial de revolucionarios, exterminarán a esos destructores de la civilización, y la multitud, desilusionada con la Cristiandad, cuyos espíritus teísticos estarán desde ese momento sin brújula ni dirección, ansiosos por un ideal, pero sin saber donde dirigir su adoración, recibirán la verdadera luz a través de la manifestación universal de la doctrina pura de Lucifer, sacada finalmente a la luz pública. Esta manifestación resultará a partir del movimiento reaccionario general que seguirá a la destrucción de la Cristiandad y el ateísmo, ambos conquistados y exterminados al mismo tiempo."
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