jueves, 19 de mayo de 2016

a título personal

El quinto aniversario del 15M y la sobreactuación mediática permite recobrar la reflexión.En la Puerta del Sol donde desembocaba la manifestación que conmemoraba  los cinco años desde que empezó el 15M  ¿ha sido un ejemplo claro de banalización de la política cuando se convierte en espectáculo o fue un acierto porque toda la política se ha trasladado ya a la televisión y los medios? Antes los revolucionarios iban a la sierra y ahora van a los platós de televisión.Y si es posible en el programa de Bertín Osborne. De manera que corresponde a los periodistas saber que van a moverse en una delgada frontera donde, si llegas al límite eres un genio y si la pasas te conviertes en una parte más de la telebasura. Esa frontera delicada es la que te puede llevar  a donde han asesinado a ciudadanos mientras la sangre aún no se ha secado, a ayudar a refugiados a bajarse de una patera,  a emitir en directo un suicidio, a emitir en el punto Cero de Nueva York o los atentados de Atocha  o a entrevistar a asesinos o a víctimas. Y aquí se ha dado el caso de que el asesino de los inocentes de las bombas en el Hipercor de Barcelona, se bambolee por los ministerios públicos sin que nadie le detenga, de nuevo, y le metan en el lugar donde no debieron dejarle salir. Es vergonzoso que una persona normal -que no tenga las manos rellenas de sangre humana-, solo es permitida su entrada en los edificios publico en días de puertas abiertas..., y estos etarras puedan gozar de esa prevenda por pertenecer a Eta y éstos a la Iglesia, que les dio vida y nacimiento. Por ese motivo la izquierda les concedió la dirección de los ministerios públicos del País Vasco y la libre circulación por cualquier ministerio público que deseen. No obstante, hemos de tener claro que si la izquierda de Zapatero les dio vida, dinero y luz en sus andanzas políticas... El PP no ha hecho más, que darles vidilla no metiéndose con ellos. Al igual que el memo de Rajoy no ha tenido bemoles para molestar a Pujol, a Mas a Puigdemont... etc. etc.
Todo mentira. Toda una amalgama de sucesos que se vienen dando para que los ciudadanos del mundo podamos quejarnos todo lo que queramos, pero que están haciendo que no tengamos nada de propiedad, nada de moneda, nada de nada para controlarnos más y mejor. 
Los tiempos son llegados porque estos memos han considerado que tiene que ser así. 
 Viendo a la Iglesia moverse bajo palio verbal. Viendo a la patronal pretendiendo tratar a los trabajadores como esclavos. Viendo a la prensa reaccionaria actuar con maneras de prensa del movimiento. Viendo a los responsables de la policía llamar... -a los que ejercen el derecho constitucional a la huelga-, ...”enemigos”, no quedan muchas dudas de que hay gente que quiere suspender la Constitución de facto.
En otros momentos de la historia tocó defender Madrid. Lo que está pasando en Valencia, si tiene éxito, va a intentar ser aplicado en la capital-ya están en ello-, y también en Andalucía, en Asturias, en las Castillas o en Extremadura. De manera que lo que está pasando allí nos está pasando a todos. ¿Dónde está el límite? ¿Hay dejar que la derecha siga pisoteando la Constitución que nunca quiso votar?
Siempre han existido “zonas marrones” donde el Estado no ha actuado. Pero ahora, vista la actuación de la policía en Valencia y las amenazas de la delegada del Gobierno en Madrid, se trata del Estado convertido en un órgano de represión a favor del desmantelamiento del Estado social. ¿Van a volver a la disciplina de la dictadura?
Nos estamos jugando la democracia. Aunque, noqueados, aún no nos atrevamos a verlo. ¿Desde dónde se defiende? La parlamentarización de los conflictos, con la que se pretendía gestionar los derechos ganados en las calles, ha agotado su capacidad transformadora. Toda organización se ajusta por su eslabón más débil. Sin presión ciudadana, ese eslabón son los trabajadores, los parados, los pensionistas, los inmigrantes, y  las mujeres.

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