en Madrid se van a buscar contenedores de papel con cuchillas internas para que quien meta la mano para sacar el cartón se quede sin ellas. Ha dicho la alcaldesa del idem. A sabiendas de este método tan humano en A Coruña, Galicia, el ayuntamiento multa con 50 Euracos a quienes tengan la costumbre, que no la necesidad, de llevarse el cartón de los contenedores. Es bien sabido que los ayuntamientos españoles han visto mermado las toneladas de cartón que se recogen de los contenedores, con el consabido bajón recaudatorio que ello lleva aparejado. Por tal motivo -y con razón- los ayuntamientos deben buscar los métodos más modernos y sofisticados para dar escarmientos múltiples a quienes se llevan los papeles sin consultar con el ayuntamiento de turno, e intentar sacarse unas perrillas de más con los salarios tan enormes que cobran los sin techo; y a veces los con techo. Que no por tener techo se sobra para poder pagar los gastos de escalera.
Es evidente que estamos tomando las medidas pertinentes para desalojar a los migrantes del país, sin tener que darles explicaciones del por qué se les desaloja. Antes que cerrar puertas, es más elegante que les vayamos poniendo trabas cada vez más complicadas para que se vayan a su país de origen. De este modo quedamos como Dios y les tapamos las bocas a las putas ONG. Complicado lo van a tener con la Iglesia, pero me da que ya ha sido advertida de las medidas tomadas y está de acuerdo con ellas. La Iglesia, como madre de todos los desamparados está para acoger y aprovecharse de las circunstancias que asolan la vida de estas pobres gentes. De este modo, tan sincero y humano, las iglesias están teniendo mano de obra voluntaria por el solo salario de un paquete de arroz y un bric de leche. Mano de obra voluntaria. Si multiplicáramos la obra que los voluntarios hacen a la Iglesia veríamos que la misma se ahorra cantidades ingentes de euros del voluntariado. ¡Qué buenas personas hay en la curia! ¡Qué buenas personas hay en la política que multiplican los beneficios de la Iglesia! ¡Es que, si la Iglesia diera todo lo que tiene, se quedaría sin nada! Que buenos consejos dan los creyentes que acuden a misa. ¡Qué buen corazón!
No hay comentarios:
Publicar un comentario