se hablaba, se rumoreaba, que las obleas que utilizó Jesús con sus discípulos, en la Última Cena, eran trozos de masa encefálica de muertos, de hombres de gran sabiduría; entendiendo que, al tomarlas, el conocimiento se traspasaba del muerto a los comensales.
Ahora, en resulta de aquello, algunos judios radicales celebran la Pascua bebiendo sangre de niños católicos. A cuya celebración se la llega a denominar Pascua de Sangre. Los judios mataban un niño cristiano y bebían su sangre como si fuese el vino con el cual celebran la liberación de la esclavitud en el Egipto faraonico.
Esto es lo que sostiene el catedrático israelí Ariel Toaff. Cuando afirma, también, que en la Edad Media, los católicos, consumían la sangre humana, en polvo, como medicamento. Dicho, lo cual, no quiere decir, que el judaismo permita los asesinatos. Sin embargo, consta, que hubo un juicio en el 1472, por la muerte violenta del niño Simón de Trento.
Es evidente que las fiestas paganas de la Iglesia, y que se celebran en todo el mundo, no forman parte de una cultura cívica, ni ética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario