un vecino de la localidad de Baracaldo, ha llegado a un acuerdo con el directo del banco que le fabricó las preferentes.
Este vecino, no contento y mosqueado con lo que se iba comentando en la tv., se acercó a la oficina del banco y ante el banquero, le pidió que le devolviera el montante de las susodichas. El banquero, por supuesto, se negó a semejante operación, y el vecino le propinó semejante ostia... que los curas intentan copiarle. El hombre, ni corto ni perezoso, le comentó a los padres religiosos lo que había que hacer para ese acto:
“Es una hostia de recorrido, con la mano abierta, tirando primero el
hombro hacia atrás hasta que te cruja el esternón. Luego sueltas el
brazo y acompañas el hostión con un me cago en dios en voz alta”, ha
revelado Zagormendi.
A partir de ese momento se tomaron nota rápida de la devolución de las preferentes y de los intereses creados hasta el tercer milenio. Al vecino de Baracaldo le han regalado varios juegos de toallas portuguesas, juegos de sartenes de todas las medidas, una estufa catalítica y un viaje todo pagado, a Panamá.
El director del banco ha sido despedido, y la sucursal ha sido cerrada a cal y canto.
Así de sonriente se encuentra el vecino después de la entrevista con el director del banco. -No hay mejor entendimiento que aquél que se da entre personas responsables y serias...-ha dicho.
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