viernes, 15 de abril de 2016

un hecho aislado

El vigilante del «Txori Gorri» mató a tiros a su jefe tras una discusión cuando el barco faenaba en las costas de Somalia el pasado viernes. Es uno de los primeros datos que han trascendido sobre lo ocurrido a bordo de la embarcación, que pertenece a la empresa Impesca de Bermeo, y que revelan que el autor del crimen, Juan José V. C., pudo haber planeado la muerte de su jefe, José Manuel M. M., por las rencillas que mantenía con él. Un tercer miembro del equipo de seguridad intentó durante varias horas calmar a su compañero, que se encerró en un camarote tras el crimen, pero no logró evitar que se suicidara de un tiro en el pecho.
La tripulación, compuesta por una treintena de personas, vivió cuatro horas de pánico desde el momento en que escucharon los primeros disparos hasta que el vigilante se quitó la vida, ya que no sabían lo que ocurría (hace años el pesquero sufrió un ataque pirata). Una parte se refugió en la sala de máquinas y otra en el puente de mando, por lo que el barco siguió un rumbo seguro durante el terrible episodio. Según fuentes de Segur Ibérica, el homicida había sido miembro de la Legión. También destacaron la precariedad laboral de estos trabajadores, cuyas condiciones económicas han ido menguando conforme los ataques efectivos de piratería han dejado de existir.
El suceso se produjo sobre las dos de la tarde de ayer, hora en España, cuando el buque se encontraba navegando a unas noventa millas de la costa de Somalia. El buque llegó a un puerto de las islas Seychelles ayer por la mañana con los dos cadáveres a bordo. Tras efectuar los trámites correspondientes con las autoridades, la tripulación tiene previsto retomar su actividad y volver a faenar en los próximos días.
Fuentes de la compañía de seguridad indicaron que esta empresa está colaborando y trabajando en relación con lo sucedido, «un hecho aislado en cualquier caso», y dando apoyo a las familias de los vigilantes muertos.
Un hecho aislado, por supuesto, de los muchos que deberían haber existido dadas las condiciones laborales internas de las empresas de seguridad. Empresas de seguridad con dinero político: desde su nacimiento. Jefes e inspectores de seguridad con historial de mierda que hacía rechinar muchos dientes. Y muchas manos se han sujetado a tiempo por no romper cabezas huecas como sus dirigentes. Ahora que pasa, nos echamos las manos a la cabeza y rompemos moldes o figuras de vigilantes. Que sepa todo el mundo que los vigilantes han sido personas capacitadas para la labor encomendada y que salían del mismo Ministerio del Interior para sorna de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Estos sí que han sido mierda y lo seguirán siendo. Ojalá hubiera pasado antes para beneficio de los que hemos sido vigilantes jurados de primera generación. Quizá la seguridad privada hubiera tenido otros medios, otros devengos, otros medios de crear gente con capacidad suficiente para mandar a los contratados del Estado a tormar por el culo.

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