Parece mentira que los medios de información sirvan expresamente para desinformar. Si ser periodista consiste en dejarte influenciar por los políticos de turno, apaga y vámonos. Si ser médico consiste en vez de curar matar, apaga y vámonos. Sin embargo eso es lo que está sucediendo. A todas horas y medias, nos están bombardeando con informaciónes que no son veraces... todo ello con la intención de cansar, saturar, al ciudadano que quiere saber qué ha pasado con el avión siniestrado en los Alpes franceses y con los demás aviones anteriores en los que también han habido muertos y desaparecidos. El sistema, ya lo vemos, consiste en cargar el ambiente con todo tipo de información, darle un boom álgido... para que al final, la gente, cansada de escuchar tonterías tras tonterías, abandone la verdadera causa del accidente y termine por tirar la toalla. En principio tenía que haber dos pilotos y un tercero para hacer los momentos de pipi que les entrara al piloto o copiloto. Después no hacen falta dos pilotos. Después que el individuo estaba loco. La novia así lo testifica. La puerta de la cabina cerra con tranca, no se puede abrir desde fuera. Después sí se podía abrir desde fuera, pero... el muchacho se las ingenió para que no se pudiera abrir, que la empresa no sabía que estaba alelao. Después que... en fin... un cúmulo de falsedades que hacen más fácil la tirada de periódicos pero ninguno dice la verdad. ¿Que no se sabe?, Pues cojones no metáis más leña al fuego porque hay gente (los mamiliares, amigos y conocidos) que os pueden mandar a tomar por el culo.
Si alguna vez, comentando
en algúna red social, te encuentras con opiniones políticas molestas de
algún personaje, puedes llegar a sospechar que se trate de un “troll”,
es decir, de un elemento pagado para hacerlo…pero las cosas pueden ser
aún peores: puede tratarse directamente de un robot creado para la
guerra de la información que estamos viviendo en estos momentos.
Se
ha anunciado públicamente que esta “guerra de la información” contra
Rusia ya está en marcha y promete recrudecerse de ahora en adelante.
Recordemos que en su momento, el
Reino Unido ya anunció públicamente la creación de un batallón de
guerreros del teclado para difundir desinformación.
Está bien documentado que
Occidente ha utilizado durante mucho tiempo falsa propaganda para
influir en la opinión pública a través de las redes sociales.
Servicios militares y de
inteligencia occidentales manipulan los medios sociales para
contrarrestar las críticas a las políticas occidentales.
Dicha manipulación incluye inundar
las redes sociales con comentarios apoyando a los gobiernos y a las
grandes corporaciones, utilizando para ello a ejércitos de “títeres”, es
decir, multitud de identidades falsas en los medios sociales.
Por ejemplo, en 2013, el Congreso
de Estados Unidos derogó la prohibición formal contra el despliegue de
propaganda en contra de ciudadanos estadounidenses que viven en suelo de
EEUU y este es un ejemplo claro y demostrativo de que cada vez hay
menos límites para este tipo de prácticas ilícitas.
La guerra de información con fines
de propaganda también incluye:
-Al Pentágono, la Reserva Federal y
otras entidades gubernamentales que utilizan softwares especiales para
realizar un seguimiento de las discusiones de temas políticos con el
objetivo de acallar los brotes de disidencia antes de que se vuelvan
virales.
-Control, infiltración,
manipulación y deformación de los discursos en línea.
-Uso de programas de inteligencia
artificial para tratar de predecir cómo reaccionará la gente a la
propaganda lanzada.
PROPAGANDA AUTOMATIZADA
Lo que mucha gente aún no sospecha
es que mucha de esta propaganda es esparcida, no por personas pagadas
para ello, sino directamente por programas de software.
Uno de los principales propagandistas cibernéticos de Estados Unidos, el ex oficial militar oficial de información de alto nivel Joel Harding, escribió en diciembre:
“Asistí a un debate sobre la información que se utiliza en los medios sociales como posible arma. La gente con la que estaba hablando, me contaron que cuentan con una herramienta que entra en las redes sociales, mide su sentimiento y le da al usuario la oportunidad de generar automáticamente una respuesta convincente. Su herramienta se llama ‘Social Networking Influence Engine’.
Las implicaciones de estas técnicas parecen ser profundas en el entorno de la información.
Las personas que poseen esta herramienta son gente del mundo civil, alejados del sector de la defensa, así que ni siquiera necesitan la aprobación del Departamento de Estado de Estados Unidos para realizar sus operaciones”
La web de tecnología Gizmodo ya
informó en 2010 que:
El desarrollador de software Nigel Leck se cansó de copiar y pegar, una y otra vez, los mismos 140 carácteres que esgrimían los mismos argumentos contra los negacionistas del cambio climático, por lo que decidió programar un robot que hiciera el trabajo por él…incluso citando a sus interlocutores.
El software que creó, llamado AI_AGW, no sólo responde a los argumentos dirigidos a Leck mismo, sino que es capaz de funcionar por sí mismo y establecer discusiones.
Cada cinco minutos barre Twitter buscando términos y frases que comúnmente surgen en los tweets que refutan el cambio climático causado por el hombre. A continuación, busca en su base de datos el contra-argumento más adecuado contra ese tweet, generalmente realizando una declaración rápida y poniendo un enlace a una fuente científica que refute la afirmación que se quiere combatir.
Habitualmente, muchos de los negacionistas no saben que han sido el blanco de un robot y entran en debates con el software. En tales casos, el bot sigue disparando las respuestas enlatadas que mejor se adaptan a la línea del interlocutor en el debate.
La tecnología ha recorrido un
largo camino en los últimos 5 años, así que si un programador solitario
era capaz de hacer esto en 2010, imaginaos lo que pueden estar haciendo
ahora algunas organizaciones gubernamentales o corporativas, dotadas de
amplios presupuestos y recursos.
Por ejemplo, un experto del
gobierno declaró en el Washington Post que el gobierno de EEUU,
literalmente, puede ver lo que piensas a medida que escribes.
No hay conocimiento público sobre
como funcionan exactamente estos robots, pero es fácil imaginar algunas
posibilidades.
Por ejemplo, en la guerra de
información entre Rusia y EEUU, cualquier artículo que incluya las
palabras “Rusia” o “Ucrania” activará automáticamente los comentarios
que acusan a Rusia de “intentar formar un nuevo imperio”, “a Putin de
ser el nuevo Hitler” y a los rusos de ser “unos invasores responsables
de toda la violencia en Ucrania”.
Cualquier artículo que incluya las
palabras “NSA”, “espionaje” o “vigilancia masiva”, desencadenará
automáticamente comentarios diciendo que el gobierno está tratando de
mantenernos a salvo, y que cualquiera que cuestione sus acciones es un
loco teórico de la conspiración, que vive en el sótano de su madre.
Y suponemos que lo mismo sucederá
en el bando ruso, cuando alguien haga propaganda en contra de Putin o de
alguno de sus aliados, o quién sabe si en las redes sociales de España o
de otros países cuando se entablan discusiones sobre política.
Lo cierto es que, en estos
momentos, la red es un inmenso campo de batalla.
Y en contra de lo que quizás
algunos puedan pensar, estos comentarios automatizados, pueden llegar a
ser muy efectivos y mucho más eficaces de lo que pueda parecer a primera
vista.
En concreto, los científicos han
demostrado que los insultos rompen la capacidad de las personas de
pensar racionalmente.
Así pues, es de suponer que
sembrar intencionadamente discordia en determinados foros, publicando
comentarios ofensivos o directamente insultos o faltas de respeto hacia
todos aquellos cuyo punto de vista quieren combatir, son técnicas de
propaganda comunes.
Algo muy a tener en cuenta cuando
aparezcan determinados tipos de comentario, que lejos de rebatir los
argumentos de forma razonada, vomiten oleadas de propaganda o insultos…
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