miércoles, 30 de octubre de 2013

Y que estos tengan sangre merovingia

13no me lo puedo creer. A no ser que el Jesús y la Magdalena, no fueran, como nos han hecho creer, los verdaderos representantes de Dios, en la Tierra. Y me lo prodría creer que fueran otros los personajes, porque sabiendo leer los Archivos Akásicos, sabría que en el correr del tiempo su prole daría mucho... pero que mucho, de hablar.
Creo, por cuenta propia, que hubo un individuo que promulgó una increíble historia de Inteligencia, de Amor y Voluntad. Un ejercicio de superación moral y ética dentro del ser humano, para su propia vivencia y superación espiritual. Ese individuo no tenía por qué no estar casado, viudo o jubilado. Lo importante de esas enseñanzas es, que todo lo que experimentó en sí mismo, le sirvió para conocerse mejor y saber que había un mundo más allá de éste. Sin embargo, el patrimonio que nos han legado los antiguos: hombres y mujeres, se refiere más a un individuo amoral, falto de sensibilidad, mujeriego, y un poco cabroncete. Y a este, expresamente es, al que adoran en el Vaticano. Para nada coincide este personaje, con el concepto que yo tengo del original.
Me creo que los reyes del planeta y algunos más, estén emparentados por sangre, porque puteros lo son... pero que pertenezcan al clan merovingio... del hijo clandestino entre Jesús y Magdalena: me cuesta mucho de creer.
Tal vez algún día, alguien entre en comentarios y me deje algo convincente para cambiar mi convicción.
Que sepamos que el Rey, como no, lleva la estrella masona iluminati de la Orden del Temple.

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