Cuando hablamos en España del bien y del mal, generalmente ponemos de ejemplo a inglaterra, Alemania, Francia, EEUU, como la panacea y el método a seguir. Si nos fijamos bien, los ingleses son tan descerebrados como los españoles, los americanos, o respectivos...
¡Hombre! quienes piensen que Harry sea un ejemplo... deja mucho que desear. Y nos dice mucho de la pandemia de gilipollez que asola el planeta. No olvidemos que de la monarquía inglesa... sale Yack el Destripador. Y, este, es otro tanto de lo mismo.
Estos individuos están criados, como las artistas de cine, para hacer de su cuerpo un talisman con el que poder atraer a las masas. Y eso se hace desde los estudios estúpidos de Hollywood. Es más, son utilizados a la vez para todo tipo de disfrutes corporales, que con el paso del tiempo, deja poso en sus cerebros, y un más que disgusto en los cuerpos de jovencitas en los túneles bajo el Palacio de Buchingham. Pero... a lo hecho pecho. Mientras dure el baño de multitudes, voluntad y libertad para hacer lo que se quiera... adelante. Y, luego somos nosotros quienes vivimos por encima de nuestras posibilidades. ¡Pa mear y no echar gota, mire Ud.!
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