que nunca a que la gente vaya a la Iglesia, porque es el modo adecuado para subir el volumen del bote, y por tanto las arcas.
Francisco nos sorprende ahora con que Dios no es católico... y por supuesto: ni apostólico, ni romano. Y no me someto a la idea propia de que exista o no, es que con los conocimientos de la curia es muy difícil averiguar qué es en lo que ellos creen, y divulgan.
Estos jesuítas están más perdidos que la Botella frente a los confesos de los JJOO. No me extraña que haya individuos poniendo bombas en las catedrales a la voz: Dios ha muerto. Y lo peliagudo es, que no ha muerto por vejez, por accidente, por un calentón con lo que le hicimos a Su hijo... sino por aburrimiento con el Vaticano. Tantos cambios quiere Francisco, que ya no cuenta ni con Dios, su patrón. Y es verdad que las iglesias tienen necesidad de cambios, porque tantos descalabros ha tenido y sigue teniendo, que la gente sólo entra en ellas para ver si Iker Jiménez, tiene razón en sus libros. Y sobre todo... porque cuando llevas varias hora andando de visita de un lugar a otro, un banco al frenco de iglesia, se agradece.
Y es que llegados a este punto, y con el nombre ya registrado, es necesario que la Gran Ramera se dedique a eso, a sus amoríos de cristianos, monjas, curas, y verán como les va mejor el negocio. Se hagan un lobby cristiano-masón-puteríl y verá como Canarias se tiene que ensanchar hacia Italia si quiere vivir del lobby gay
Total, Francisco, que sí que vas a cambiar la iglesia, pero podíais haberlo hecho mucho antes... de volver gilipollas a tanta gente.
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