viernes, 18 de octubre de 2013

Qué hay de verdad

Mira que somos memos cuando miramos las cosas tal como son y nos ponemos una venda para que nuestra mente no lo registre en el subconsciente. Infinidad de comentarios han habido y surgido de la iglesia y sus prelados. Y cuando esto ocurre, y en su mayoría hay quienes abogamos a que son unos falsos y embusteros, hay quien apostilla: "no todos.., los hay que luchan por las gente, aún a costa de su salud". Y es verdad. Estar con tanta gente pobre y mezclados las churras y las merinas, la verdad que es un riesgo. Sin embargo, nos llegan noticias de centros de reclutamiento de monjas, curas y demás individuos de la curia, para mitigar los sufrimientos y hambres, y resulta que no todo llega a destino. Uno de los casos más sonados es el la Madre Teresa de Calcuta (MTC). Un estudio elaborado por académicos canadienses atestiguan que en las 517 misiones que la MT abrió en 100 países, eran granjas humanas esperando la muerte.
El lema de la madre Teresa era: el más bello regalo para una persona es que pueda participar del dolor de Cristo. Ante un sufriente de fuertes dolores le dijo: tu sufrimiento proviene de que Jesús te está besando.  A lo que el sufriente respondió: pues dile que deje de besarme.
Billones de dólares han sido enviados a la MT para paliar dolores, hambres y enfermedades. Millones de dólares han desaparecido sin saber dónde  han ido a parar. Las ambulancias para recoger enfermos eran sólo vóviles para las montajas cuando se trasladaban de una congregación a otra; cuando surgía un enfermo en camino, le dirigían  al 102 que es la polícia. Nada de esculas, nada de nada, era lo que la de Calcuta hacía por nadie, salvo para ellas, la monjas. Hasta el punto que advirtiendo la propaganda de sus actos, colgó un cartel en la misión que ponía: estamos para Jesús. Somos religiosas por encima de todo. NO somos trabajadoras sociales, no somos maestras, no somos doctoras, somos monjas”. 
¡La verdad: no todo es oro lo que reluce!

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