a sumarse al conflicto en Siria, obedece al contencioso que tiene con España, referente a Gibraltar. Me extraña mucho que el ministro de defensa americano sienta desánimo por la iniciativa tomada por su homónimo inglés. Sabiendo, como sabemos, que Inglaterra no hace nada sin el consentimiento de la Casa Blanca. Es más, la postura que manifiestan los ingleses contra España por el peñón, no es ni más ni menos, que una confabulación britano-americana. Sería muy mal visto por la Unión Europea, que los británicos se sumaran a los conflictos de otros países, teniendo ellos conflictos con el gobierno español. ¿Creará conflicto diplomático el que Inglaterra no vaya de la mano de Obama, a Siria? Rotundamente, no. Y lo demuestra el que Obama haya llamado a todos los países a la diáspora, menos al gobierno español. ¿Dónde quedó la amistad de España a través de Aznar con Bush? Quedó en el olvido; y Aznar quedará en la historia como el mamón-pelota de turno que estaba libre por aquellos días.
Vergonzoso los compadréos que se tienen unos países con otros. Vergonzoso como desde determinados despachos se manipulan pactos y proclaman visos de victoria, antes de cazar al ganso. Nadie está seguro, ni formando parte de una Unión o Zona X.
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