lunes, 26 de agosto de 2013

Monsanto

Montsantoun terrorismo transgénico de Estado contra la salud, el terreno y los acuíferos. Obvio, contra la salud de los habitantes de las poblaciones colindantes a las parcelas a fumigar. Ante todo, sobre aquellos niños:  poste, utilizados a señalizar a las avionetas fumigadoras desde dónde deben comenzar a soltar los productos químicos y qué, por supuesto, inician las descargas antes (que no después), de los postes humanos. Estos vuelven a casa totalmente bañados de los 65 litros de contaminantes químicos que arrojan, por campo y día. Del problema que nos advierten es el de un monocultivo de soja (que tantos alimentos lleva), al que le sacan el agua y minerales, inoculando en su lugar la química: neurotóxicos, cuyos efectos, en los humanos, implica desde el cáncer, malformaciones fetales, trastornos neurológicos, problemas respiratorios, síntomas alérgicos en la piel, pérdidas de visión, y un largo etc. de la industria trangénica en EEUU y otros territorios mundiales. Entre ellos España. País de mentiras y qué mejor para dar cobijo a las mentiras de otros productos extranjeros. 

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