Cuando las medidas de seguridad humana fallan, fallan las mecánicas, porque no existen. Esos han sido los motivos del descarrilamiento del Alvia Madrid-Santiago de Compostela. Tan complicado era, que el dispositivo de seguridad mecánico le han puesto en dos días, ante la presión ciudadana. Ahora vamos buscando culpables, y lógicamente el conductor fue un descerebrao, y el político que lleve esa cartera también, por no saber en qué anda su cabeza con relación al Ministerio que maneja.
La cuestión es, que han habido muchos muertos y heridos, y no hay excusas para no culpar a quienes controlaron mal la locomotora y de quienes cobran por la seguridad.
La ministra Ana Pastor, asegura: no parar, hasta saber lo que ha pasado; pero es que ya se sabe. Y su cara, por desgracia, se contradice con lo que piensa. ¡Así no vamos bien! Y no vamos bien porque ya estamos hartos de mentiras.. unas detrás de otras. Y suceden estas cosas porque ellos no utilizan estos servicios, les tenemos acostumbrados a los coches blindados y dos guardaelpaldas por cada uno. Creo que ya basta de tanta hipocresía y tantos minutos de silencio por los que nunca debieron irse. Y menos, por hacer las cosas mal.
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