Me quedé a cuadros, como los que usa la masonería en sus grandes salones, cuando me enteré de la desgracia sufrida por esa pobre enfermera que, postrada a los pies porque nunca pueden rebasar la cabecera de la cama de la monarquía inglesa, se suicida por haber pasado una información de dos bromistas periodistas (los de la foto) australianos, haciéndose pasar por la Reina..
Todo el mundo debería saber que con la monarquía inglesa no se puede jugar. No es como la española, que aquí nos pitorreamos de todo bicho viviente. En Inglaterra, ay amigo, esas cosas son como la religión: intocable. Y entonces, uno empieza a darle a la cabeza y a pensar si no se la han cargado como a Lady Di. Todos estos monarcas, mafiosos, presidentes, banqueros, etc. tienen quienes les hacen los trabajitos sucios, y no es lavarles la ropa precisamente.
Dice un refrán, aquí en España tenemos de eso a kilos, "piensa mal y acertarás". Yo ya he pensado mal, por supuesto no sé si será verdad. Que cada uno saque sus conclusiones.
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