Estamos viendo tres churros: el churro que lleva el churro y el churro del Presidente. Tres.
Los votantes no deben olvidar que, por su voto, sube al poder alguien que es churro por convicción.
Digo, no olvidar, porque luego no hay que quejarse del churro al que han puesto de presidente. Que, menos mal que ha sido un churro lo votado, podría haber sido el caballo del Cesar, Impetuoso.
Hace falta ser mandril para presidente..., sin embargo, este viaje han nombrado a un churro amarillo como presidencia de España. Con el PP, fue presidente, un bolso barato. A quien la vicepresidenta Soraya, meneaba, como guiñol, y los peperos le aplaudían.
A medida que vamos desgranando las imágenes...: nos damos cuenta de la importancia que tienen los símbolos. Así la derecha y la izquierda pertenecen a la masonería. Ésta pertenece a los Templarios y éstos... a la Iglesia. Por tanto, sabemos que los Templarios son los masones, son los frailes, son la Iglesia vaticana. Estamos gobernados por judíos desde que desaparecieron de Jerusalén, Israel, con la muerte de un Mesías.
Todos estos pimpollos que vemos aquí son marionetas de estos grupos de poder. No me extraña que el Papa esté descentrado y descentralizado en sí mismo. Está gobernado por un alto grado militar templario. Todos y en cada uno de los movimientos acaecidos en los países, está dirigido y manipulado por los Caballeros de Cristo, o Los Templarios.
Es cierto que su riqueza fue grande en sus tiempos y superior...: cuando se hicieron cargo o techumbre del Templo de Salomón. Sus riquezas se multiplicaron así como su poder. Alguien vino a coger la espada...; y otros a morir por ella.
Las consecuencias de la política derivan de la boca de alguien que da el visto bueno. Los títeres son títeres y desconocen que lo son.
A uno de los dos le han hecho creer que, su dinastía, es distinta a la española. Y sin cortapisas lo comentan en público porque así se lo han incrustado en la cabeza. Los dos templarios montados en un caballo. Simbología.
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