si a Donald Trump

se le mete una cosa bajo ese pelo panocha estoy seguro que lo llevará a cabo, si antes no han acabado con él desde puntuales zonas del recorrido.

Desde que tomó el poder en la Casa Blanca no ha parado de meterse contra los mexicanos y el levantamiento del muro de las lamentaciones. Contra Cuba no porque muerto Fidel ya no hay contra quién meterse, y ahora pretende conquistar Venezuela y Cataluña. Algo asombroso. Es más creo que el tío no tiene ni idea de dónde está Venezuela y menos... donde está Cataluña.

Creo que le ronda en la cabeza algo relacionado con la bronca mantenida entre el Embajador español -en Norteamérica- y el memo de Torra. Y nada menos que en el Smithsonian, biblioteca masona, donde fueron ambos invitados. Ahora resulta que Trump está decantado hacia el memo de Torra. Me da en la cabeza que ambos dos: Trump y Torra beben del mismo abrevadero y  comen de la mano que mueve sus hilos tanto en Norteamérica como en Cataluña. La masonería.

Como vemos en la imagen está intentando que el flequillo le deje ver el horizonte que delimita Venezuela y Cataluña.

No he visto nunca (y mira que en España los ha habido y hay alucinógenos) presidentes de una gran potencia que no sepan dónde están ubicadas, Urbi et orbi, del mundo. No es de extrañar que cuando disparan los misiles nunca llegan al lugar. Hasta el radar de geolocalización lo deben tener fuera de onda. Con lo fácil que sería seguir el vuelo de las aves migratorias.

Total;

que también los americanos tienen su cruz con el peloteja, y estarán deseando que les venga otro Dios a ver que no sea el de siempre.